La idea es salir a llevar la iniciativa en el Martínez Valero. «Nosotros siempre afrontamos todos los partidos igual, saliendo a por el rival y tratando de jugar lejos de nuestra portería, y también podemos hacerle daño al Elche», asegura Néstor Salinas.

La victoria ante el Girona ha dado alas al Mirandés y el equipo  quiere confirmar su línea ascendente en el campo de un grande. La plantilla ha ganado en confianza y aunque siempre ha mantenido la calma pese a los resultados porque «el objetivo que nos hemos fijado es a largo plazo», sabe que ganar en Elche supondría un golpe de autoridad de cara al futuro.  

Para asumir el riesgo que entraña jugar de tú a tú a uno de los grandes de la categoría, la clave pasa por «apretar mucho arriba para que se sientan incómodos y obligarles a replegarse», adelanta el centrocampista. El vestuario rojillo ha estudiado bien al equipo ilictano y sabe que el primer objetivo debe ser asfixiar la zona de creación franjiverde. Es la fórmula que empleó la pasada jornada el Llagostera en la goleada sobre los de Rubén Baraja(4-1), que pese a contar con «jugadores jóvenes con mucha calidad y descaro, y dos delanteros muy rápidos», sufren contra equipos que ejercen mucha presión y mantienen la intensidad durante las noventa minutos. 

 

Adaptación.

Néstor Salinas es el único jugador de la plantilla mirandesista que no había debutado en Segunda antes de recalar en Anduva. Procedente del filial del Athletic de Bilbao, se ha adaptado rápido pese al salto de categoría y tras ser suplente en las primeras jornadas, hace un mes que es indiscutible en el once rojillo. «Si que he notado que hay rivales de más calidad», apunta el futbolista, quien reconoce que aún no se ha visto su mejor versión. 

Por el momento sus mejores actuaciones han sido como mediapunta, la posición en la que se siente más cómodo y en la que considera que más partido puede sacar a sus cualidades, aunque también ha actuado como delantero en más de una ocasión cuando las circunstancias lo han requerido y ha cumplido.