El director regional de Patrimonio, Enrique Saiz, anunció en julio el comienzo de una nueva etapa, en la que la Junta de Castilla y León va a ayudar «permanentemente» a la tarea de restaurar el monasterio de Santa María de Rioseco, pero también al desarrollo de su proyecto cultural y social, en el que el colectivo Salvemos Rioseco -parroquia, instituto de Villarcayo, vecinos...- ha sido el eje fundamental. Dicho y hecho. En la mañana de ayer se firmó el acta de inicio de la obra y el lunes llegarán los primeros materiales al monasterio, donde la empresa Construcciones y Restauraciones Rafael Vega será la responsable de construir la techumbre de la Sala Capitular. Es un pequeño, pero esperanzador comienzo en el proceso de recuperación de los restos del cenobio.
La Consejería de Cultura y Turismo ha encargado a esta empresa especializada de Covarrubias unas obras que tendrán un coste de 48.986 euros y que dirigirá el arquitecto Félix Escribano, autor del proyecto que le encargó la parroquia. Sus numerosos voluntarios han retirado toda la vegetación que crecía en la parte superior de la bóveda y ya está todo listo para que la constructora pueda comenzar a instalar la nueva estructura de madera y sobre ella la nueva cubierta. De momento, Escribano considera que «la bóveda no hay que tocarla, porque cuando deje de entrarle el agua se irá saneando». Con estas obras, «dejará de llover encima de la Sala Capitular y podemos dar por salvada una pequeña parte del monasterio», señala el arquitecto.
Los actores implicados en la recuperación del monasterio de Santa María de Rioseco consideran importante que se redacte un Plan Director que vaya marcando las necesidades arquitectónicas existentes y el orden en que se afrontarán. Pero desde Salvemos Rioseco y la Junta de Castilla y León han coincidido en que «lo más urgente son las cubiertas y primero nos hemos centrado en acometer las obras y no dedicar el tiempo a estudios», añade Escribano.
Las únicos espacios donde permanecen las bóvedas y urge construir una cubierta que las proteja son la Sala Capitular, la iglesia y la cilla. Pero el futuro de la restauración del monasterio no está escrito aún. «La Junta de Castilla y León, dentro de sus posibilidades tiene la intención de seguir colaborando y nosotros estamos muy agradecidos», señalaba ayer el párroco de Rioseco, Juan Miguel Gutiérrez, quien avanzó que la inversión del dinero recaudado por el Salvemos Rioseco se destinara a uno u otro fin «en función de lo que vaya decidiendo la Junta de Castilla y León».
Esta agrupación ha organizado durante los últimos cinco veranos -en agosto fueron 140 personas- la Semana del Voluntariado para avanzar en la limpieza de vegetación y recuperación del monasterio. Sus resultados son más que palpables y dieron pie a la apertura del monasterio a las visitas en el verano de 2012. Si el pasado año pasaron por este mágico rincón del Valle de Manzanedo poco más de 4.000 personas, los cálculos provisionales elevan este año la cifra a cerca de 5.000 y la temporada de visitas guiadas se mantendrá durante los fines de semana hasta el 12 de octubre.