«Medio tejado derruido, camas inundadas; es un desastre»

I. Elices / Burgos
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La propietaria de una de las casas afectadas, Julia Gómez, relata que sintió «impotencia» cuando llegó el martes por la noche y no pudo hacer nada • La arquitecto municipal no ha podido examinar la estructura de los inmuebles

Julia Gómez dirige la mirada hacia el tejado de su casa. - Foto: Jesús Javier Matías

Julia Gómez Blas recibió el martes por la noche una llamada que le dejó helada. El tejado de la casa que posee en  Melgar de Fernamental estaba ardiendo junto a otros inmuebles situados en la manzana que forman las calles Francisco Gil y Pablos y Sebastián Pardo. Rápidamente contactó con unos familiares que viven en Bilbao, como ella, y viajó hasta Burgos. Llegó a la localidad a eso de las 22,30 horas, recuerda, por lo que no llegó a ver las llamas que se alzaron sobre los edificios. «Al observar lo que había ocurrido sentí una gran impotencia; no había nada que hacer, los bomberos seguían trabajando y no podíamos entrar en la vivienda», afirmaba ayer a este periódico.

Esta mujer no es originaria de Melgar. Adquirió el número 25 de la calle Francisco Gil y Pablos hace diez años después de otros tantos residiendo en la casa en régimen de alquiler. «Mi esposo y yo solíamos venir de vacaciones y los fines de semana, desde que existía el camping; nos encariñamos con el pueblo, con los vecinos y decidimos comprar la casa», explica. Reconoce que desde que su marido murió, hace dos años, ya no viaja tanto a Melgar. «Él estaba muy ilusionado con ella; se pasaba horas con pequeñas reformas, pero lamentablemente el trabajo no quedó terminado;y ahora esto», lamenta.

Como el martes por la noche no pudo entrar en la vivienda, ayer por la mañana regresó y a mediodía pudo acceder a ella acompañado por la Guardia Civil. Su casa es la última de la calle  Francisco Gil y Pablos a la que alcanzó el fuego. Al observar los daños desde la calle -cuya perspectiva impide ver en toda su dimensión las consecuencias del incendio- albergó la esperanza de que buena parte de su casa se hubiera salvado. Pero sus ilusiones se evaporaron cuando entró y comprobó que todo el tejado de la parte trasera de su domicilio se había venido abajo y había dejado al descubierto las habitaciones. «Un desastre, casi todo se ha echado a perder; las camas estaban inundadas, poco podremos salvar», explicó entristecida. En todo caso, el optimismo no la abandonó y se felicitó por que al menos «no hay que lamentar heridos».

Y es que todavía nadie sabe qué va a pasar con las seis construcciones -de cuatro propietarios- que calcinó el incendio. La alcaldesa de Melgar, Montserrat Aparicio, informó ayer de que la arquitecto municipal aún «no ha podido acceder a los inmuebles, dado el peligro de que se produzcan desprendimientos».

La Guardia Civil mantiene acordonada la porción de manzana afectada. Solo los miembros de la brigada municipal que ayer realizó tareas de desescombro accedieron a esa parte de la calle.

¿Qué va a pasar con los inmuebles afectados? Será algo que deberán determinar los técnicos «cuando puedan examinar la estructura de las casas que ha quedado en pie», indica la regidora municipal. A simple vista las vigas de madera que sustentan los edificios están tocadas.

El propietario de la vivienda que hace esquina entre las calles Francisco Gil y Pablos y Sebastián Pardo se encontraba ayer junto a sus hijos al lado de su casa. También pudo entrar en un momento a recoger algunas de sus pertenencias, aunque la mayor parte de ellas se habían echado a perder. Su mujer es la que el martes por la tarde, a las 18,30 horas, dio la voz de alarma. Tras ser testigo de cómo el fuego devoraba su casa tuvo que ser trasladada al domicilio de un familiar con un ataque de nervios. «Hoy (por ayer) ya se encuentra mejor», precisó la alcaldesa.

La Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Benemérita siguió ayer con la investigación de los hechos, aunque tomarán las riendas en las próximas horas los especialistas en incendios de la Guardia Civil de Logroño. Las primeras sospechas aventuran que el fuego pudo iniciarse en un garaje aledaño a la casa que ocupa los números 29 y 31, propiedad de la mujer que dio el aviso.

Aparicio agradeció el esfuerzo de todos los bomberos que acudieron extinguir el incendio. A pesar de que en los primeros momentos se vivieron instantes de nerviosismo, «el operativo funcionó bien». Los primeros en llegar fueron los de Melgar, efectivos voluntarios que trataron de contener las llamas a primera hora. Después fueron avisados los de Villadiego y «cinco minutos después de que llegaran acudió la dotación de Burgos». «No tengo nada que reprochar sobre el dispositivo», dijo la regidora municipal. Hay que recordar que también se desplazaron unidades de Frómista (Palencia) y de Santa María del Campo, cuyos bomberos permanecieron hasta las 2 de la mañana.