Recuperan la bala de la muralla, que irá al Castillo o al Museo de Burgos

I.E. / Burgos
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Los bomberos de la capital la extrajeron ayer por la mañana y la trasladaron hasta los almacenes municipales. El Ayuntamiento maneja las dos opciones para exponer el proyectil

En la imagen se aprecia el proyectil de piedra empotrado en la muralla. - Foto: Jesús Javier Matías

El Ayuntamiento se movilizó ayer para recuperar de la falda del Castillo el proyectil de piedra que quedó al descubierto tras el incendio que devoró dos hectáreas de terreno el pasado 23 de septiembre. En principio iba a ocuparse de la extracción la Policía Local, pero finalmente fueron los bomberos -que cuentan con más medios- los que se encargaron de rescatar el ‘bolaño’, que data, según las primeras hipótesis, del siglo XV. El Consistorio actuó ayer con celeridad para recuperar la bala, ya que quería impedir que se la llevara algún amigo de lo ajeno después de leer la noticia publicada este periódico.

Una vez recuperada la bala de piedra, fue trasladada hasta los almacenes municipales del polígono de Villalonquéjar. La directora del Museo de Burgos, Marta Negro, estuvo al tanto de las tareas durante toda la mañana. Ahora el Consistorio ha de decidir dónde se expone. Según detalló la propia Negro a este periódico, existen dos opciones, la de que recalé en el museo de la calle Miranda o bien en la exposición que hay en el propio Castillo. En ambos lugares pueden verse ahora mismo proyectiles de parecidas características y misma época.

Marta Negro está de acuerdo con el experto universitario en historia militar Carlos Chamorro. Lo más probable es que fuera lanzada durante el asedio de Fernando el Católico sobre la fortaleza burgalesa en el año 1475, durante la contienda entre Isabel I y Juana la Beltraneja.

El libro El Castillo de Burgos, de Eduardo de Oliver-Copons, editado en 1897, da fe de aquella batalla y la relata en los siguientes términos: «Decidió la contienda -relata el autor- una profunda brecha abierta por las lombardas (cañones) en el muro, que cayó en gran parte arrastrando entre sus ruinas los últimos escrúpulos de aquella obstinada gente (en alusión a los partidarios de la Beltraneja)». El bando de Juana capitularía poco después tras mediar el alcalde. Numerosos ‘bolaños’ de piedra fueron arrojados por esas lombardas durante el asedio de las tropas de Fernando el Católico a la fortaleza del Castillo.

La directora del Museo de Burgos no descarta tampoco que la bala de piedra fuera lanzada por los ingleses a principios del siglo XIX. «En ocasiones utilizaban proyectiles de hierro rellenos de pólvora, pero otras veces se decantaban por las de piedra», explica. En todo caso, advierte, este tipo de proyectil se encuadra entre los denominados «medievales».

Chamorro aventura también que pudiera datar el siglo XIV. En concreto del año 1367, durante el asedio de Pedro I el Cruel al Castillo, donde en ese momento se encontraban acantonados los partidarios de Enrique de Trastámara, que había llegado a Burgos después de una derrota en Nájera. Estos hechos se produjeron durante la denominada Primera Guerra Civil de Castilla.