El comercio del centro exige limitar la apertura de bares

BGR
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Pide una regulación para evitar que el casco histórico se convierta en un «gueto» con solo un tipo de actividad

La asociación de comerciantes Centro Burgos cree necesario que el Ayuntamiento apruebe una ordenanza para regular la apertura de establecimientos de hostelería, cuyo número ha aumentado en los últimos años, y evitar así lo que asegura que ha ocurrido en cascos históricos de otras ciudades, «que se han convertido en un gueto con solo un tipo de actividad».

Entre las medidas a adoptar, la agrupación zona aboga por «limitar la apertura» de locales o volver a establecer unas distancias entre  ellos. «Estamos a tiempo de activar una ordenanza de usos que no solo organice los sectores, sino que también fomente y promueva la instalación de aquellos que pueden hacer más atractiva la capital», precisa, haciendo también referencia a lograr un «equilibrio» entre el comercio y la hostelería que considera que no existe.

Al respecto, insta al Consistorio a «facilitar» la puesta en marcha de negocios multimarca, especializados u originales que tengan hoy en día poca presencia mediante la promoción del alquiler de locales o la bonificación de impuestos, además de una promoción de carácter institucional.

Para esta asociación, el estado del centro de la ciudad ha sufrido un «retroceso muy preocupante» que no solo debe atribuirse al cierre de actividades. Y es que, a su juicio, «se ha abandonado su mantenimiento y mejora constante», teniendo en cuenta que se trata de una zona «sensible y con unas necesidades específicas tanto en el ámbito urbanístico como social».

A modo de ejemplo, pero también de reivindicación, sostiene que la «política de ahorro energético» de los últimos años ha llevado a que las calles estén «totalmente a oscuras» a las seis de la tarde en invierno, siendo los comercios y los bares y restaurantes los que «únicamente» mantienen la iluminación callejera. Reclama una solución «inmediata» para esta situación, ya que «la falta de intensidad en las luces y el hecho de tener unos horarios inadecuados no solo producen falta de actividad, sino la muerte de nuestras zonas comerciales, más suciedad y mayor sensación de inseguridad».

Las quejas por el alumbrado se extienden a la campaña de Navidad, la mejor en ventas para el sector. «Burgos, sus monumentos y su entorno histórico merecen ser un referente en este punto y debemos buscar elementos que nos distingan y hagan de nuestra ciudad un lugar atractivo para los ciudadanos y los visitantes», afirman los comerciantes. Por ello, solicitan al Ayuntamiento que se reúna con la empresa instaladora de las luces para estudiar nueva posibilidades decorativas «originales». En este sentido, agregan que la mejora de la iluminación, tanto puntual como general, «no supone un gasto sino una inversión».