Roban 150 corderos y 50 ovejas sin dejar ni rastro en Villamiel de la Sierra

P.C.P. / Burgos
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El ganadero ha denunciado ante la Guardia Civil la sustracción de los animales, valorados en casi 12.000 euros, el jueves por la noche

¿Cómo pueden desaparecer 200 animales vivos sin dejar ni rastro en la tierra donde pastaban ni en los alrededores? Esa pregunta trata de resolver el ganadero Agapito Martín, de Villamiel de la Sierra, desde el viernes por la mañana.Solo sabe que le han robado sus reses, pero no tiene ni la más remota idea no ya de quién ha podido llevárselos, si no de por dónde se marcharon. 

Porque está claro que los ladrones necesitaron un camión y bastante tiempo para cargar con 150 corderos y 50 ovejas, más si actuaron durante la madrugada del jueves al viernes, como su dueño presupone. Además, tenían que tener controlada la zona, un paraje conocido por los lugareños como La Guindalera.

Martín ha dado parte ya ante la GuardiaCivil de lo ocurrido y valora las cabezas robadas en cerca de 12.000 euros. Ayer mismo por la mañana, pateaba los montes de Villamiel y Palazuelos de laSierra en busca de alguna pista que pueda ayudar en la investigación, sin que diese frutos.

AgapitoMartín se dedica a la ganadería desde hace unos 12 años, aunque antes fueron su hermano y sus padres los encargados de cuidarlo. Tiempo atrás, sí recuerda la sustracción de otros 200 corderos, de los que nada más volvió a saber.

OTROS DELITOS

No ha sido este el único delito cometido en la zona recientemente. La taberna de la misma localidad de Villamiel de laSierra fue asaltada hace unos dos meses, según explica su responsable. Cometieron bastantes daños y sustrajeron los televisores, el equipo de música y todos los licores que encontraron detrás de la barra.También reventaron la máquina expendedora de tabaco para llevarse el dinero de la recaudación.

Aunque sí tiene una vivienda en la planta superior, como suele ser habitual en las tabernas de muchos municipios de la provincia, no estaba ocupada, ya que el hostelero reside en otro domicilio. A la planta baja accedieron por una ventana.

En esas mismas fechas, también se produjeron hechos similares en algunas cocheras de Palazuelos de la Sierra. Los vecinos sospechan que pueden ser obra de una cuadrilla, al parecer de extranjeros, que semanas antes estuvo en el bar de Villamiel y, por su actitud, no precisamente para tomar unas cervezas o hacer turismo en la Sierra de la Demanda.