El número de españoles desempleados que acudieron a Cáritas en 2013 para participar en sus programas de Empleo y Economía Social se duplicó con respecto al año 2009 -pasando de un 25 por ciento a un 53 por ciento-, y superando por primera vez al número de inmigrantes que han participado en estos programas, según la Memoria anual presentada ayer del estudio sobre Empleo y Economía Social de Cáritas.
Un total de 77.072 personas -el 62 por ciento mujeres y el 38 por ciento hombres- acudieron a la ONG católica el año pasado para formarse con el objetivo de encontrar un puesto de trabajo y de ellas, 12.028 (el 15,6 por ciento), consiguieron un empleo. Concretamente, 36.224 participantes (47 de cada 100) eran inmigrantes, de los cuales, un 79 por ciento procedían de países extracomunitarios, y el resto, 40.848, eran españoles.
El coordinador del Equipo de promoción de Derechos y Economía Solidaria de la ONG, Félix Miguel Sánchez, explicó que esta inversión de la tendencia responde a que «el retroceso en el acceso a un derecho fundamental como el trabajo empieza golpeando a las personas más vulnerables, con condiciones más precarias, y en la medida en que sigue avanzando la crisis va afectando a nuevas capas sociales».
El perfil del ciudadano que acude a Cáritas para beneficiarse de estas acciones de acompañamiento es el de mujer -aunque cada vez disminuye más su porcentaje-, española de entre 25 y 45 años y con un bajo nivel formativo. Atendiendo a la escala académica, el 70 por ciento no supera el grado de enseñanza secundaria obligatoria (ESO) y, de esta cifra, el 47 por ciento no ha pasado de la primaria.
En cuanto a la edad, los tramos mayoritarios son los comprendidos entre 25 y 36 años y entre 36 y 45 años, cada uno de los cuales representa un 28 por ciento, mientras que el grupo que más ha crecido con respecto a 2012 es el de 18 a 24 años, que ha pasado de un 12 a un 15 por ciento. No obstante, el secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, destacó su preocupación por las personas mayores de 45 años que tienen que sostener a una familia pero «no entran dentro de ninguna prioridad en las políticas europeas».
En 2013, Cáritas destinó un total de 35,9 millones de euros a sus acciones de Empleo. El 62 por ciento de estos fondos procede de donaciones privadas y algo más de un tercio de subvenciones públicas. En la prestación de estos servicios trabajaron 2.425 voluntarios y 670 contratados.
«Voto comprometido».
Ante esta situación de desempleo, Cáritas hace una llamada a los españoles, en unión con las conferencias episcopales de la UE, Confer, HOAC y Justicia y Paz, para que las personas voten en las elecciones europeas y entiendan que «el modelo social europeo está en crisis». Sebastián Mora citó la Evangelii Gaudium e invitó a «un voto comprometido con una realidad que ataque estructuralmente los males de la inequidad que viene de la autonomía radical de los mercados y la especulación financiera».
«Son más de 80 millones de personas empobrecidas en Europa que reclaman un voto responsable, más allá de las salidas a corto plazo. Reclaman un modelo social donde todos seamos iguales en dignidad», precisó.