Compostela 3 - Burgos CF 0

 

Compostela

El Burgos CF dio una pobre imagen en el Estadio San Lázaro y acabó perdiendo con total justicia ante el Compostela por un claro resultado de 3-0 que aún pudo ser más abultado. Los jugadores blanquinegros, en cuyo once inicial había cuatro novedades (Héctor, Joaqui, Gerica y Pacheta), solo reaccionaron mínimamente en la segunda mitad, en la que merecieron haber recortado distancias.

El Compostela golpeó en el primer acercamiento y encontró la brecha por la que aprovecharía para hacer más daño durante los quince minutos iniciales. Diego Rey abrió al flanco izquierdo para Peláez, que centró paralelo a la línea de fondo y al punto de penalti para que el pichichi de la categoría, Joselu, empujase con la punta de su bota ante la salida de Aurreko. Era el 1-0.

Fue el inicio de un cuarto de hora que pesó en exceso para las aspiraciones del Burgos, que acusó el impacto de la apertura del marcador. Joselu, ante una mala salida de Aurreko, intentó sorprenderle desde lejos pero su remate se marchó desviado.

Además, un minuto más tarde Diego Rey fue el que encontró espacios a la espalda de Andrés para perseguir un servicio de Gonzalo, se internó en el área y envió el centro de la muerte para que Jordan empujase a puerta vacía, pero in extremis se cruzó Maureta para evitar el tanto local.

Sin embargo, una acción muy similar permitió a Joselu volver a aprovechar los huecos que generaba la defensa adelantada del Burgos para establecer el 2-0. El delantero se marchó de Andrés, se plantó ante Aurreko, con el recorte sentó a los dos jugadores blanquinegros, y con su pierna derecha y a puerta vacía anotó (2-0).

Incluso pudo el Compostela encontrar el tercer tanto sólo dos minutos después en una acción a balón parado. Un despeje en un córner permitió a Manu Rodríguez intentar un disparo de primeras que Aurreko controló sin demasiados apuros.

A partir de entonces el Burgos consiguió equilibrar la contienda y frenó la hemorragia. Logró emparejar numéricamente la presencia en el medio del campo y pudo nivelar la posesión del balón. Aún así, debió esperar hasta el minuto 28 para conseguir aproximarse por primera vez a los dominios custodiados por Adrián Laureda.

Pacheta peinó el cuero, como hizo durante casi todo el partido, éste llegó a Gerica, que de tacón habilitó a Arkaitz, y éste cambió de orientación para la llegada de Joaqui que, en la frontal, recortó a Borja Facal pero remató demasiado flojo y centrado, yendo el balón a las manos del portero local.

La respuesta del Compostela, en cambio, fue mucho más efectiva. Seis minutos más tarde combinaron en la izquierda Joselu y Peláez, el delantero rompió el fuera de juego, pisó el área y centró raso para que Manu Rodríguez, a puerta vacía, estableciese el 3-0. Era el minuto 34 y con ese resultado se llegó al descanso.

 

Doble cambio.

Ramón María Calderé buscó darle otro aire a su equipo y cambió el dibujo. Retiró a los dos hombres de banda, Arkaitz y Joaqui, y puso músculo en el medio campo con Moke y Gabri como segundo delantero.

El Burgos arriesgó más en el segundo tiempo y con ello consiguió llevar el encuentro al campo rival, aunque tuvo problemas para generar peligro, ya que el Compostela supo cerrarse y buscar sus oportunidades al contragolpe. De hecho, en el minuto 58, un disparo de Gabri se marchó cerca de la escuadra izquierda de la meta local.

Lo intentó el Burgos en el tramo final, después de sufrir una llegada de Joselu, cuyo disparo a la contra fue repelido por el meta, Aurreko, con su pierna. El equipo de Calderé, que cumplía en la grada su segundo partido de sanción, disfrutó de tres ocasiones con disparos de Gabri, Sergio Totres y Prats, todos resueltos con acierto por el meta local, Adrián Laureda.

Fueron los últimos cartuchos que quemó el Burgos, que a partir de ese momento se quedó sin argumentos ofensivos y, ante un Compostela que supo cubrirse en la retaguardia, no pudo volver a llevar peligro.