Torres-Dulce aboga por la reinserción del menor para avanzar en prevención

M.L. Martínez (ICAL)
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El fiscal del Tribunal Constitucional que con ello se lograría "no lamentar hechos irreversibles en la jurisdicción de adultos"

El fiscal del Tribunal Constitucional (TC), Eduardo Torres-Dulce, ha defendido esta mañana en Burgos la idea de que si se logran las finalidades de reinserción y de reeducación de los menores se estará avanzando en políticas de prevención, que son –ha dicho-, “tan importantes para después no lamentar hechos ya completamente irreversibles en la  jurisdicción de adultos”.

Se trata de una reflexión que ha realziado minutos antes de comenzar en el IES ‘Cardenal López de Mendoza’ un cine fórum sobre ‘Los cuatrocientos golpes’ (François Truffaut, 1959), junto al director de cine y guionista, Antonio Giménez-Rico, en el marco de las I Jornadas ‘Educación, Violencia y Justicia’.

En este contexto, Torres-Dulce ha manifestado que “en las modernas sociedades organizadas, las sociedades democráticas avanzadas, el asunto de la violencia juvenil tiene un peso cada vez más importante” y ha señalado que “ese debate continuo acerca de si se reforma o no la Ley de Responsabilidad Penal del Menor no debe perder de vista que de acuerdo con las convenciones internacionales firmadas por España nos vemos siempre en el terreno del interés superior del menor”.

De esta forma, ha apuntado que en la película proyectada hoy, que trata sobre la rebeldía en la adolescencia, queda de manifiesto que “todo lo que se haga para comprender y atender el mundo de los menores que inciden en la violencia o, incluso, en la delincuencia es una apuesta seguro por intentar mejorar aquellas personas que de cara al futuro deben y pueden rendir un lugar normal en el mundo de los adultos”.

“Que se consiga o no depende fundamentalmente de lo bien orientado que esté la jurisdicción de menores, de los medios de naturaleza técnica y material que se pongan en el mismo”, ha argumentado, a la vez que ha reconocido que “socialmente es muy duro atender a determinados comportamientos extremadamente violentos”.

 

‘Bullying’

En alusión a estos últimos, ha dicho que algunos los han tenido que "presenciar y las víctimas padecer directamente”. Así, se ha referido al último caso de la adolescente de 16 años de edad del instituto ‘Ciudad de Jaén’, al sur de Madrid, que se quitó la vida tras sufrir acoso escolar.

Al respecto, Torres-Dulce se ha mostrado partidario “sin duda” de revisar la responsabilidad penal de los menores. Sin embargo, ha amtizado: “La naturaleza humana, las circunstancias de los menores, la desestructuraciones familiares, la poca atención emocional, sentimental, afectiva a los menores, que es el caldo de cultivo a muchas de esas conductas no han desaparecido y es precisamente ahí donde en las áreas de educación y de educación especial hay que estar realmente muy atentos”.

En opinión del exfiscal general del Estado, cuando sucede un acto como el citado anteriormente “se está hablando de un fracaso individual pero, sobre todo, de un fracaso familiar y del entorno educativo que es lo que más debe preocupar para que eso, que afortunadamente no deja de ser en cuanto a su grado más extremo una excepcionalidad, no se transforme en una realidad todavía mucho más importante”.

Por ello, Torres-Dulce ha hcho una llamada de atención para que “desde los padres, familias, los propios afectados” y, sobre todo, ha resaltado, “al sistema educativo que es el entorno: la familia y la escuela donde precisamente estas conductas deben de ser atendidas y si es posible erradicadas”.

Finalmente, el también crítico de cine ha asegurado que en términos generales sí que existen medios para atender estas conductas. “En la Ley de Responsabilidad Penal del Menor, que nació como una ley muy progresista  pero que evidentemente tenía una serie de carencias, todos están poniendo de su parte (jueces, fiscales, comunidades autónomas, ayuntamientos…) bastante”, ha argumentado.

“Nunca soy de los que creo que el sistema judicial deba excusarse por la falta de medios, que debemos de denunciar en muchos casos la carencia, pero eso no nos excusa a nosotros de la responsabilidad de igual forma que no puede excusar a familiares, ni a compañeros ni a cualquier otra persona que intervenga en el proceso de violencia juvenil”, ha enfatizado.

 

‘Educación, Violencia y Justicia’

El TSJCyL ha organizado las jornadas ‘Educación, Violencia y Justicia’ para reflexionar sobre los conflictos de los menores y analizar las consecuencias de una educación deficiente, de la violencia intrafamiliar y del mal uso de las redes sociales. Las jornadas pretenden ser un foro de debate entre expertos de distintos ámbitos para identificar comportamientos erróneos y proponer estrategias de actuación que puedan prevenirlos.