Lo que iba a ser una intervención de mínimos para frenar el deterioro de la iglesia de San Juan se va a convertir en una obra de mayor entidad y que va a absorber un sobrecoste nada desdeñable. A través de un decreto de Alcaldía, el Ayuntamiento ha autorizado aumentar el presupuesto de los trabajos que se están realizando desde febrero en este edificio del Casco Viejo. Se calcula que las nuevas actuaciones costarán alrededor de 23.000 euros, lo que supone un 80% más de lo que ya se había destinado a esta actuación, que eran 29.775 euros.
La empresa de restauración de patrimonio que dirige las obras emitió en marzo un informe en el que recomienda una actuación «urgente» en el tejado, mucho más importante de la inicialmente prevista. Considera conveniente «la sustitución completa de los cabios de madera (estructura de la cubierta), del entablado y de la teja, así como la limpieza del escombro existente sobre la bóveda de la nave central». Defiende que esta ampliación de la obra es «necesaria», advirtiendo de que si no se realiza el «colapso» de las cubiertas es «más que probable y afectaría al resto del inmueble y sobre todo a la estabilidad de la bóveda», además de a la nave central del monumento, catalogado como un Bien de Interés Cultural. La deteriorada estructura de la cubierta y su riesgo de «colapso» supone incluso, según la empresa, un peligro para la seguridad pública por posibles desprendimientos que podrían caer a la calle.
Ante este informe, poco margen de maniobra tiene el Ayuntamiento, propietario de la mayor parte del edificio, sobre el que el director de las obras explica que había una zona «oculta» que no se había estudiado para su intervención, y que una vez analizada, se determinó la necesidad de acometer estos trabajos complementarios.
El Consistorio, no obstante, no tendrá que abonar todo el importe del sobrecoste. Una parte del mismo repercutirá en los dos propietarios particulares que todavía poseen viviendas en el inmueble. A través de un decreto de Alcaldía se les indica que los trabajos deben «ejecutarse de forma inmediata». De no hacerlo, los realizará el Ayuntamiento cargándoles posteriormente su parte de la factura, que aún está sin definir.
Cambios en la fachada
Desde el pasado febrero, el andamiaje cubre parte de la fachada, en la que ya se advierten cambios considerables en su estética. Se han tapado con hormigón todas las ventanas así como las puertas que no se utilizan para impedir que se deteriore aún más el interior, además de retirar viejas antenas y repisas.
La totalidad de las obras estarán terminadas, según el Ayuntamiento, para finales de mes. El andamiaje se retirará antes del Mercado Medieval, que se celebrará entre los días 2 y 4 de mayo, con vistas a que los puestos de la feria puedan situarse, como en años anteriores, en toda la plaza del Mercado. El año pasado, la zona más cercana a la iglesia se quedó sin uso por el riesgo de caída de elementos desde el tejado y las fachadas.