Dos décadas ya en el Ayuntamiento en dos periodos

R.B.
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Javier Lacalle entró en el Ayuntamiento en 1995 como concejal de Juventud con Valentín Niño de alcalde. Tras su paso por la Junta, volvió a orillas del Arlanzón como mano derecha de Juan Carlos Aparicio en 2003. Es regidor municipal desde 2011

Dos décadas ya en el Ayuntamiento en dos periodos

Javier Lacalle llegó al Ayuntamiento de Burgos como suelen hacerlo aquellos que, sin experiencia profesional, quieren hacer carrera en la política: como concejal de Juventud a propuesta de Nuevas Generaciones, formación de la que era su presidente en la provincia. Corría el año 1995, el alcalde era entonces Valentín Niño y en ese equipo en descomposición coincidió con el que a posteriori sería uno de sus mayores aliados en política, el actual presidente provincial del PP, César Rico.

Cuatro años más tarde, Ángel Ariznavarreta le incluyó en su lista, pero los burgaleses dieron la espalda a ese candidato y por primer vez en la reciente historia democrática, un socialista, Ángel Olivares, salió elegido alcalde de Burgos. Fue entonces cuando Juan Vicente Herrera, en aquel entonces portavoz del Grupo Popular en las CortesRegionales, salió a su rescate y propuso su nombre como director regional de Juventud, para evitar que el desgaste de cuatro años en la oposición acabara pasándole factura.

La política regional no acababa de llenarle y en 2003 aceptó el reto de respaldar a Juan Carlos Aparicio en su asalto a la Alcaldía. Contra todo pronóstico, ese equipo conformado en su mayoría por personas con escasa experiencia ganó las elecciones y desde su cargo de portavoz y responsable de Urbanismo, Lacalle se convirtió en el hombre fuerte del Ayuntamiento; en una especie de alcalde en la sombra dados los continuos viajes de Aparicio a Madrid, primero como diputado, luego como senador y después otra vez como diputado.

En 2011 Javier Lacalle fue el candidato a la alcaldía deBurgos, ganando con mayoría absoluta, y volvió a serlo en 2015, aunque esta vez pudo ser alcalde porque el resto de formaciones políticas no logró ponerse de acuerdo para presentar un candidato alternativo. Su nombre saltó al primer plano informativo nacional en 2014 por ser el alcalde que tuvo que dar marcha atrás a su proyecto del bulevar de la calle Vitoria tras los disturbios de Gamonal.