Lacalle volverá a optar a la Alcaldía de Burgos

R. BRIONGOS
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El Partido Popular no lo confirma, pero ese será el único nombre que se presente a la reunión del comité electoral provincial que debe elegir hoy al cabeza de lista para la capital para las próximas municipales

Lacalle volverá a optar a la Alcaldía de Burgos - Foto: Alberto Rodrigo

Ya lo advirtió el actual líder del Partido Popular cuando solo era un aspirante a serlo y estuvo haciendo campaña en Burgos.«Si salgo elegido, Javier Lacalle va a tener que aguantar la persistencia de la nueva dirección nacional a la hora de replantearse su futuro», indicó Pablo Casado a comienzos de julio. Cinco meses y medio después ha cumplido su promesa y ha salido victorioso del envite: el actual alcalde será el candidato del PP a la Alcaldía de Burgos por tercera vez consecutiva.

No lo ha tenido fácil el presidente nacional para cumplir su objetivo. El mismo martes, el propio Javier Lacalle acudió a un encuentro en Génova con dos nombres como los idóneos para sucederle: la actual portavoz del ejecutivo local, Carolina Blasco, y el anterior subdelegado del Gobierno en Burgos, Roberto Saiz. Ninguno de ellos convenció en la sede nacional del PP, donde trataron desde el primer momento de que Lacalle reconsiderara su decisión firme de abandonar la política municipal después del 26 de mayo. En esta tarea encontraron también un aliado en el actual presidente regional, Alfonso Fernández Mañueco, quien siempre ha creído que Lacalle era la mejor opción, aunque respetara en todo momento su opción de no concurrir de nuevo a las elecciones.

Dos han sido los argumentos que ha utilizado Casado para convencer a Lacalle, según destacan fuentes conocedoras de la negociación. El primero, el delicado momento que atraviesa la formación, con una importante pérdida de apoyos en los últimos comicios, en Andalucía, y con un panorama no demasiado halagüeño para las próximas citas electorales. En este escenario, el presidente nacional quiere asegurarse esos feudos que tradicionalmente han sido fieles a la formación. En definitiva, que Casado no quería experimentos en una de las pocas capitales en las que todavía gobierna el Partido Popular, aunque sea en minoría.

La segunda razón de peso la han dado las encuestas. Los dos sondeos que ha manejado el PP no solo situaban a Lacalle a mucha distancia del segundo, Ángel Ibáñez, y a kilómetros del resto, sino que también era el mejor valorado. «De los nuestros, Lacalle era el segundo alcalde de una capital de provincia más valorado según las encuestas», señalan desde Génova.

Otro de los elementos que han influido a la hora de la elección del candidato ha sido la gestión que ha realizado el todavía regidor en unos tiempos muy difíciles desde el punto de vista económico. En la directiva nacional se valora muy positivamente la reducción de deuda que ha llevado a cabo este Ayuntamiento pero, sobre todo, su capacidad para sacar adelante muchos proyectos cuando, lo normal era que ese gobierno en minoría se hubiera traducido en una parálisis de la ciudad, como ha ocurrido en otras capitales.

La política de responsabilidad del PSOE, que ha puesto por delante el progreso de la ciudad a vencer la batalla política ha tenido, por tanto, como primera consecuencia que el actual alcalde se vea obligado a repetir como candidato. A pesar de que en múltiples ocasiones, aunque siempre en el ámbito privado, había reiterado que no se presentaría a un tercer mandato. Serán las elecciones las que determinen si esa postura del PSOE le permite gobernar Burgos o ha servido solo para apuntalar a un PP que se había quedado sin otros apoyos.

Desde la calle Calzadas (sede del PP burgalés) no confirman la noticia, pero el de Lacalle será el único nombre que se ponga sobre la mesa en la reunión del Comité Electoral que debe elegir hoy al candidato. Al final, la decisión del alcalde de no desvelar oficialmente su futuro le va a servir para no tener que desdecirse, aunque eso también ha actuado en su contra a la hora de resistirse a la presión de Génova.