El servicio de taxi en la villa quedará regulado por una nueva ordenanza

N.L.V. / Aranda
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Ha sido el propio gremio de taxistas el que ha pedido al Ayuntamiento su intervención para unificar su imagen y tomar medidas que pongan coto al intrusismo profesional detectado

Los taxistas pagan al Ayuntamiento por la reserva de espacio en la parada de los Jardines de Don Diego, en la que caben un máximo de ocho vehículos. - Foto: Diario de Burgos

 
El Ayuntamiento de Aranda está trabajando en la redacción definitiva de una nueva ordenanza que regule el servicio de taxi que funciona en la capital ribereña. De esta manera, atiende una demanda planteada por el propio gremio de taxistas, que desde hace tiempo reclama una normativa específica que siente las bases para unificar su imagen y establezca unos requisitos que permitan poner coto a un cierto intrusismo profesional que se está detectando en el sector. «En Aranda hay coches que están dando tarjetas de taxi y funcionando como tal, y ni tienen licencia ni pagan impuestos ni nada y dan un servicio por el que nosotros no podemos responder», señala un portavoz del colectivo.
La implicación de los profesionales del taxi en la capital ribereña con este tema es tal que han sido ellos mismos los que han hecho llegar a los munícipes la redacción de su propia ordenanza y son los concejales, ahora, los que se están encargando de realizar los ajustes necesarios en el texto para que pueda aprobarse y entrar en vigor.
El concejal de Seguridad Ciudadana, Ángel Calvo, confía en que la redacción definitiva pueda ser llevada a la próxima comisión informativa, que se celebrará a finales de este mes. Si se obtiene un dictamen favorable, se abriría la posibilidad de elevarla a pleno, posiblemente en mayo, con lo que podría empezar a aplicarse antes de verano. «Teniendo en cuenta que con Las Edades esperamos una importante afluencia de visitantes, algunos de los cuales puede requerir este servicio, sería importante que entrara en vigor cuando antes», señala el edil. 
La nueva normativa comienza por unificar la imagen de los vehículos que presten este servicio público. Salvo sorpresa de última hora, se apuesta por que sean coches blancos con una franja azul, de un color similar al de la bandera de Aranda, y el escudo de la villa. Esta disposición, sin embargo, no está previsto que se exija de forma inmediata, sino que se dará una moratoria para que los profesionales vayan ajustando sus turismos a estas características según vayan renovando la flota. «No podemos obligar a realizar un gasto tan importante a nadie», indica Calvo.
Otro aspecto contemplado en la normativa es la creación de un carnet o permiso con fotografía que identifique tanto al titular de la licencia de taxi como, en el caso de que lo hubiera, al asalariado encargado de prestar el servicio. De esta manera, el usuario sabrá si está en un vehículo legal o ‘pirata’.
Dado que la población de Aranda de Duero no supera los 50.000 habitantes, no es obligatorio que los taxis estén dotados con taxímetro que determine el coste de la carrera. Sin embargo, otra de las cuestiones planteadas es el establecimiento de una tarifa de precios oficial, para los recorridos en el casco urbano, ya que las salidas a carretera vienen reguladas directamente por la Junta de Castilla y León, que se lleve visible y el pasajero pueda consultar siempre que lo considere oportuno.