El retorno del Mikel Aurreko a la portería del Burgos Club de Fútbol -siempre que así lo decida el cuerpo técnico- lleva camino de retrasarse una semana más. El pasado 31 de agosto se lesionaba ante el Somozas, en la 2.ª jornada de Liga, y transcurrido justo un mes en el que se ha perdido cuatro encuentros (Real Oviedo, Sporting B, Real Avilés y Coruxo), fue ayer cuando realizó por vez primera trabajos específicos como portero.

Sus sensaciones fueron buenas, pero no del todo. «Llevo un mes exacto de recuperación y todo ha estado yendo dentro de la normalidad. Los plazos hemos ido cumpliéndolos perfectamente y tengo buenas sensaciones, pero aún tengo un poco de miedo para superar la barrera del golpeo al balón . El resto, bastante bien».

Durante unos minutos del entrenamiento de ayer, Aurreko compartió portería con Julen Itxaso y Álvaro del Val, ausentándose solamente de jugar el partidillo con el que se cerró la sesión, momento que aprovechó para hacer carrera continua. «Me he encontrado bien bajo palos, aunque en algún gesto noto alguna zona un poco cargada por el trabajo de recuperación que he estado haciendo. Por eso hay que ir con precaución y no apresurarse».

De hecho el portero bilbaíno prefiere no marcarse el objetivo de llegar al encuentro de este domingo ante la Cultural Leonesa. «No me he puesto ningún plazo. Quiero ver las sensaciones trabajando con el equipo durante la semana y mañana -por hoy- voy a hacer ya todo el entrenamiento completo, y ya se irá viendo. Poco a poco y sin ponerse metas ni meter prisa, que entonces es cuando llegan las recaídas».

Y es que Aurreko habla por experiencia propia, ya que no sería la primera vez que por precipitarse se vuelve a lesionar. «Mis sensaciones van a mandar. Ya sé lo que es la recuperación de una rotura y todo dependerá de cómo me vaya encontrando estos días. Ir, voy por buen camino».