Toba lucha por su iglesia

A.C./Toba de Valdielso
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El movimiento ciudadano Salvemos la iglesia de Toba, que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Valdivielso y la parroquia, ha promovido un recital lírico junto al templo • Es la primera de sus muchas ideas para evitar la ruina

Vecinos, descendientes y amigos de Toba de Valdivielso, unidos en el grupo Salvemos la iglesia de Toba, posan delante del templo. - Foto: A.C.

 
Raquel Sedano hunde sus raíces en Toba de Valdivielso y Juan González, en cambio, se enamoró hace décadas de esta localidad a la que no le une su pasado familiar. Ellos son las dos caras más visibles del movimiento Salvemos la iglesia de Toba de Valdivielso, pero cerca de un centenar de personas apoyan su causa y tratarán de colaborar por todos los medios para que el templo no se caiga como sucedió hace unos años en la cercana localidad de Valhermosa.
Salvemos la iglesia de Toba nació el pasado mes de julio fruto de una reunión de poco más de una veintena de personas. El Ayuntamiento de la Merindad de Valdivielso lleva años solicitando sin éxito una ayuda económica a la Diputación y el Arzobispado para frenar la ruina de la iglesia, donde hace diez años que no se celebra culto ni actividad alguna. Pero esta vez cuenta con el apoyo de este movimiento popular, espontáneo, de quienes desean que el templo, con vestigios románicos, siga en pie llamando la atención de todos los que pasen por la cercana carretera Nacional 232. 
Lo consideran un «icono del Valle de Valdivielso» y para frenar su ruina el Consistorio ha vuelto a presentar una memoria que recoge las actuaciones más urgentes, con un presupuesto de 71.500 euros. La restauración completa podría cuadruplicar esta cantidad, teniendo en cuenta que la iglesia sufre desplomes de sus muros, grietas de gran entidad y graves humedades por el estado de su cubierta. Pero Raquel Sedano insiste:«queremos que no se caiga».
Por ello, desde Toba también han salido una decena de cartas dirigidas a las diferentes instituciones provinciales y regionales, en las que se pone de manifiesto la necesidad de intervenir en este edificio y salvarlo de la ruina. Asimismo, Salvemos la iglesia de Toba quiere concienciar y dar a conocer su patrimonio. Para ello ha promovido un recital lírico de primer nivel que se celebrará mañana, domingo, a las doce de la mañana, junto a la iglesia de Toba, si el tiempo lo permite, o en la de El Almiñé, si llueve. En la mente del colectivo hay más ideas, como plantear campañas de crowdfunding para recaudar fondos mediante el micromecenazgo vía internet, organizar marchas deportivas, vender camisetas, celebrar rifas y desarrollar todo tipo de eventos que sirvan para recaudar fondos y extender el interés por evitar la ruina de este templo.
La despoblación ha sido el principal enemigo de esta pequeña localidad, donde solo residen Benjamín López-Linares, antiguo alcalde de la Merindad de Valdivielso, y su hijo. Ya en 1971, el Arzobispado se llevó el retablo de su iglesia a Burgos y le retiró el reconocimiento como iglesia parroquial. A pesar de ello, en los últimos cuarenta años ha habido ceremonias, porque los hijos del pueblo que se bautizaron en la pila bautismal, ahora partida en dos pedazos, han seguido unidos al pueblo.
Toba tuvo una estrecha relación con el Monasterio de San Salvador de Oña y la antigua parroquia de San Esteban fue su epicentro. A lo largo de los siglos, el templo ha notado la influencia de sucesivas remodelaciones.