«Solo pensé en correr y llegar hasta ella»

B.A.
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El policía nacional que salvó a una mujer en Aranda tuvo que forcejear con ella para que no se tirara por el puente

La labor de la Policía Nacional va más allá de detener a personas o hacer registros. Detrás del trabajo de estos agentes hay una gran parte que se dirige a la atención humanitaria. Su presencia durante las 24 horas del día en la calle y la cercanía que ofrecen hace, por ejemplo, que en el caso de Aranda de Duero tarden como mucho cinco minutos en personarse donde son solicitados. Esta rapidez en sus actuaciones permitió que hace unos días un agente evitara que una mujer se precipitara al vacío desde el puente de los Desesperados, en la capital ribereña.

Cumpliendo con el protocolo de actuación, ese día, 24 de junio, recibieron el aviso de que una mujer había abandonado su domicilio tras una discusión y con la amenaza de quitarse la vida. Mientras sus compañeros terminaban de hablar con los familiares, A.M.B. se dirigió solo hasta ese puente con la intuición de que pudiera localizarla allí.

Y así fue. Cuando comenzó a caminar por el puente se encontró con una mujer de 47 años que estaba hablando por teléfono. «Lo hacía con otro agente, pero cuando me acerqué lo soltó y se acercó a la barandilla. Pasó un pie por encima de la misma y se soltó los brazos, y en ese momento solo pensé en correr y llegar hasta ella», relata el agente, que lleva 22 años de servicio y quiere guardar el anonimato.

El subinspector cogió en el aire a la mujer que cayó sobre él ya en el interior del puente. En ese momento ella comenzó a arrastrarse por el suelo con la intención de colarse por el espacio que hay entre este y la barandilla con el objetivo de precipitarse al vacío. Tal fue la resistencia que mostró la mujer, que a gritos pedía que la dejasen tirarse, que el agente solicitó ayuda a A.D.S., un hombre de 61 años que iba corriendo por un sendero bajo el puente. Entre los dos consiguieron reducirla hasta que llegaron más agentes y una ambulancia. «Fue todo muy rápido, en ese momento casi no piensas, solo actúas», confiesa el agente, que reconoce, viendo el escenario del suceso días después, que puso en riesgo su vida por salvar a la mujer.

Aunque este sea un caso extremo, desde la Policía Nacional señalan que muchas de sus actuaciones tienen un carácter humanitario. «Nos requieren cuando un mayor está desorientada o cuando desaparece un menor, es una labor importante que a veces pasa desapercibida», explica. Desde la Policía afirman que en lo que va de año ya han realizado 26 salidas de este tipo (en las que se incluyen los intentos de suicidio), mientras que en 2017 hubo 38.