Perfil. Nació en Ibrillos en 1960. Estudió Derecho en la capital, cuando aún era un centro adscrito a Valladolid. Es catedrático y profesor de Derecho Romano, ocupación a la que volverá cuando en diez meses agote su segundo y último mandato. Asegura ignorar quién aspira a sucederle.
Alfonso Murillo está a punto de inaugurar el que será su último curso como rector de la Universidad de Burgos. Los estatutos impiden encadenar más de dos mandatos y quisiera dejar atados asuntos a los que su equipo ha dedicado muchas energías: la inauguración y puesta en marcha del Centro de Biotecnología Alimentaria (CIBA), el traslado de Humanidades y Comunicación al Hospital Militar, consolidar la formación académica a través de internet o ver cómo pasa de proyecto a realidad la idea de levantar un centro de investigación en colaboración con Campofrío. Un repertorio de objetivos para un curso que arranca con pocas novedades y con un vicerrector menos tras la destitución de Jordi Rovira; el único tema que altera el tono del rector, habitualmente relajado y cordial.
En el plazo de preinscripción, 2.258 estudiantes escogieron la UBU como primera opción, ¿cómo va la matrícula?
Va bien, pero todavía no está cerrada y es muy prematuro hablar del número. Es cierto que la preinscripción subió un 6% y esperemos que se refleje en la matrícula, pero eso no lo sabremos hasta noviembre o incluso más tarde.
En el resto de Universidades de la región hubo descensos en la preinscripción, ¿a qué atribuye el alza en la UBU?
Fundamentalmente a que hubo más alumnos de Bachillerato que hicieron la selectividad y, por otro lado, a la preinscripción en las titulaciones on-line.
Han triplicado matrícula en este área, ¿reforzarán la oferta académica?
En este caso el período de preinscripción está siempre abierto, es más flexible. Y, de momento, seguiremos con los cinco grados, está previsto darles un tiempo para ver cómo se van consolidando.
¿Cómo afectará a las Universidades de la región en general y a la UBU en particular que Comunidades limítrofes hayan reducido tasas y Castilla y León haya congelado, lo cual la convierte en la segunda más cara de España?
Es verdad que las tasas tienen una repercusión importante en las Universidades, pero son cantidades que no terminan de inclinar al alumno a irse a otra Comunidad. A veces conlleva más gasto el transporte y el alojamiento que el incremento del 1%, que, al final, pueden ser treinta o cuarenta euros. Lo estudian, pero creo que no será un elemento decisorio para que un alumno de Burgos termine estudiando en Madrid.
Uno de los asuntos en los que más trabajó su equipo desde 2008 fue a la estabilización de la plantilla, ¿cómo ha repercutido la tasa de reposición?
A la Universidad de Burgos le ha causado un daño que no voy a calificar de irreparable, pero sí importante y con un doble perjuicio: por un lado nos ha sido muy difícil incorporar gente joven y, por otro, hemos perdido docentes de gran valía cuyas vacantes no hemos podido cubrir con gente acreditada para ello porque no nos lo permitía esa situación. Eso ha bloqueado bastante a la UBU.
¿Cuántas personas están acreditadas ahora para profesor titular o catedrático?
Podemos hablar de más de sesenta personas. Hay un cuello de botella importantísimo, que va a generar mucha presión en el futuro. Y es verdad que hemos subido la tasa al 100%, pero tampoco resuelve el problema porque si se me jubilan ocho y solo puedo contratar ocho, no lo soluciono. Lo importante es que se eliminara la tasa y las Universidades tuvieran establecido su techo de gasto, entonces se podría buscar una normalidad en el profesorado que a día de hoy no existe. Y ver que se te reconoce un requisito para optar a una plaza a la que no puedes acceder a pesar de estar capacitado, produce desánimo.
Consecuencia indirecta de la obligación de hacer un contrato por cada diez jubilaciones ha sido una cierta precarización, al tener que resolver el problema con contratos temporales.
Claro. Es bueno que la UBU tenga profesores asociados porque aportan una visión práctica externa, pero considero que ahora hay un número excesivo para ser una actividad docente, propia de personal con dedicación exclusiva a la Universidad.
Máxime teniendo en cuenta que era objetivo de su equipo reducir el número de asociados e incrementar el de titulares.
Ahora hay un desequilibrio importante. Predomina la contratación temporal frente a lo que debe ser personal con dedicación exclusiva a la docencia.
¿Cuál es el porcentaje?
En torno a un 45% y un 55%. Y eso es excesivo. Yo creo que con una población de asociados del 30% es suficiente. Y ahora, probablemente, sea el doble. Llevará tiempo revertirlo.
Jordi Rovira dejará de ser vicerrector de Investigación mañana. ¿Por qué le ha cesado?
No voy a decir nunca los motivos por dos razones muy elementales. Primero, porque afectan a personas y, segundo, porque él los sabe y, si algún día quiere, puede hacerlos públicos. Salvo en el morbo, no veo por qué hay que explicar los los motivos por los que un vicerrector es cesado. Creo que la institución tiene que primar por encima del personal que en ella trabajamos. Así que los motivos no los voy a explicar porque no hay lugar y no resuelve nada.
Si no se trata de resolver nada, sino de que en una institución en la que el 90% de los fondos los aporta la Administración y el otro 10% los alumnos con el pago de las tasas, quizá sí deba dar explicaciones a los ciudadanos acerca de la gestión.
Eso no me obliga a dar ninguna explicación. Igual que no explico y nadie me pregunta por qué nombro a un vicerrector, tampoco tengo que aclarar por qué lo ceso. El mismo artículo del estatuto de la Universidad de Burgos que me permite nombrar me permite cesar. Y es que explicar los motivos puede hacer un daño muy grave a la persona de la que has prescindido. Entiendo que no corresponde hacerlos públicos.
Pero sí entenderá que resulta sorprendente que se prescinda de una persona a menos de un año de unas elecciones, cuando los resultados en Investigación han sido buenos: los ingresos por patentes se han incrementado y también los procedentes de contratos con empresas. Se supone que son muestras de un buen trabajo.
¿Y?
Pues que el no explicar los motivos puede estar levantando más sospechas sobre la persona a la que se pretende proteger.
Un vicerrector de Investigación gestiona, pero la labor es de los grupos de investigación. Y hay una serie de personas de administración y servicios que también gestionan esa actividad. Punto. ¿Que la Universidad de Burgos ha tenido en los últimos siete años un reconocimiento a la investigación? Sí. Eso es innegable, nadie lo pone en duda. Pero insisto en que quiero mostrar un respeto absoluto hacia la persona. Y del primer equipo al segundo hubo tres vicerrectores que no continuaron y nadie me preguntó por qué.
Porque era un cambio de mandato y se presupone normal.
Yo este tema lo doy por zanjado.
En cualquier caso, ¿tiene previsto que Elena Vicente, la responsable de Internacionalización, asuma Investigación hasta el final de mandato o nombrará a otra persona?
Continuará ella hasta el final porque no tendría sentido nombrar a uno nuevo. Entre que empieza y se pone al día se pasa el tiempo.
¿Hay fecha para las elecciones?
No, pero serán en primavera. Pero es que yo todavía soy rector y queda un curso completo;que no se me empice a echar tan pronto... Queda la inauguración del curso, la aprobación de presupuestos y de la Relación de Puestos de Trabajo... Cuando nosotros nos marchemos, lo normal es que el curso 2016/2017 esté organizado. Vamos a trabajar con ilusión y ganas.
¿Le queda la espina de no haber implantado una titulación de las consideradas potentes, sea Farmacia, Fisioterapia o Nutrición?
Vuelvo a repetir que Burgos tiene una carencia de titulaciones de Ciencias de la Salud y tan pronto nos reunamos con el consejero, la pondré sobre la mesa. Se habló de Medicina o Farmacia, pero hay muchas otras porque la clave es que Burgos incremente su número de alumnos. El curso pasado tuvo en torno a 8.500 alumnos y tiene infraestructuras para soportar bien 10.000 o 12.000 estudiantes. La Universidad es cíclica y ¿qué titulaciones son las que dan ahora mismo alumnos? Las de Ciencias de la Salud: las escuelas de Fisioterapia o Psicología están llenas y, además, no podemos olvidar la gran pérdida de alumnos que hemos tenido en las titulaciones relacionadas con la construcción.
El año pasado Caminos empezó con dos alumnos, si no me equivoco.
No llegó a comenzar. Y este año tampoco va a comenzar. Y Arquitectura Técnica, que en su momento llegó a tener cientos de alumnos en primero, a ver si conseguimos que este llegue a los cuarenta. Hemos perdido alumnos en un área muy golpeada por la crisis y hay otros ámbitos que están funcionando, pero el no poder ofertar titulaciones en ese sentido nos lleva a una pérdida de alumnos.
No sabía que Psicología estuviera entre las prioridades de la UBU.
Sí, he dicho Psicología pero se pueden decir otras.
¿Pero no cree que se corre el riesgo de saturar el mercado laboral? Una advertencia que ya se ha hecho desde la Junta en otras ocasiones.
La Universidad no es quien tiene que regular el mercado laboral ni velar por que sus egresados vayan a tener una inserción laboral más o menos pronta. Lo importante es que tenga un abanico de oferta, que el alumno decida y que salga bien preparado. La gente tiene derecho a formarse en una titulación que le gusta y con la que cree que va a encontrar trabajo. Al final, todas las personas con titulación universitaria terminan haciéndose un hueco y lo que necesitamos es que estén bien formadas. Pero a la Universidad no le corresponde esa tarea.
A la institución por su cuenta no, pero en colaboración con la Administración, quizá sí. Dice que todo titulado encuentra su sitio, pero muchas veces no para lo que se ha preparado. Y eso genera frustración.
Una persona que obtiene una titulación, salvo que sea muy vocacional o muy finalista, termina teniendo trabajo porque su formación es extraordinaria. Cuando el mercado se satura de licenciados de una rama, automáticamente desciende la demanda.
Además de Caminos y Arquitectura Técnica, ¿hay algún otro título que vaya a tener dificultades de matrícula?
No creo. Supongo que todas se mantendrán. Esas titulaciones están muy castigadas, pero las ingenierías siguen subiendo.
El curso comienza con siete títulos propios nuevos, cuatro de máster y tres de Experto Universitario. ¿A qué equivale esta titulación?
En los títulos propios se da una formación de calidad, pero no es oficial. Responden a una demanda puntual y pueden desaparecer perfectamente pasado un tiempo.
¿Qué diferenciará a un graduado en FP en cualquier rama de Hostelería del Experto Universitario en Restauración y Cocina, por poner un ejemplo?
Son dos niveles académicos diferentes, no es lo mismo la FP que un grado universitario, que es una enseñanza superior. Y también depende del contenido, el título de Cocina en la UBU será mucho más académico que práctico, por decirlo de alguna forma.
Es de prever que el de Cocina sea el que más tirón tenga, pero ¿cómo están funcionando los otros seis?
Los títulos propios los gestiona la Fundación de la Universidad y en este momento no tengo la información.
La UBU ya ha aprobado el reglamento para prohibir las novatadas, ¿de qué manera se van a controlar?
Controlar no es el objetivo del reglamento, sino más bien disuadir. Queremos que los alumnos, especialmente los de los colegios mayores, sepan que si van a hacer una determinada actividad, va a haber una consecuencia. Pero el reglamento no nos permite poner a nadie a vigilar; en el momento en el que haya novatadas y si alguien las denuncia, se estudia el reglamento, se abre un expediente y se intenta poner orden.
En Madrid llevan lustros tratando de combatirlas sin éxito, ¿cree que el hecho de tener el reglamento será suficiente?
Habrá que esperar. Antes no teníamos el reglamento, ahora sí, y servirá para saber a qué atenernos cuando un alumno sea humillado públicamente. Creo que lo importante no es solo la humillación o la broma pesada a la que se somete al joven que llega a la Universidad, sino que él no se convierta en una persona que hace novatadas a quienes llegan. Hay personas que quedan marcadas psicológicamente de por vida.
¿Cómo van las obras en el Hospital Militar? ¿Se mantiene el plazo para trasladar a los alumnos de Humanidades en octubre?
Falta mes y medio. El objetivo es hacerlo a comienzo de curso, pero si no se pudiera, se procuraría hacer el traslado en el momento en el que menos molestias y trastorno se cause, que sería Navidad. También es verdad que se puede hacer en un fin de semana, porque el alumno no tiene que trasladar nada más que su propia cartera. No es algo que ahora nos preocupe.
En julio se hablaba de una ejecución del 20%, ¿cuál es ahora?
No sé cómo ha evolucionado, pero supongo que se habrá ejecutado en un porcentaje importantísimo, aunque todavía nos queda septiembre. No me consta que haya habido ninguna petición de modificado, por lo que espero que se entregue en tiempo.
Estaba previsto que en septiembre también se inaugurara el Centro de Biotecnología Alimentaria (CIBA), pero un recurso paralizó el amueblamiento. ¿Qué novedades hay al respecto, se ha pronunciado ya el Consejo Consultivo?
Esperamos que el Consejo Consultivo nos responda en breve porque el CIBA se financia con fondos Feder [procedentes de la UE] y esperamos llegar a tiempo para recepcionar la obra y que el equipamiento se concluya.
¿Cuándo vence el plazo para recibir los fondos?
El consejero [de Educación, Fernando Rey] y la directora general de Universidades [Pilar Garcés] nos han ampliado el plazo para justificar los gastos. Si antes era el 30 de septiembre, ahora es a mediados de noviembre. Esperemos que en ese tiempo se equipe.
Hace algo más de un mes que se presentó el proyecto para poner en marcha un centro de investigación en colaboración con Campofrío tras una inversión de ocho millones. ¿Hasta qué punto puede involucrarse económicamente la UBU?
No hemos vuelto a reunirnos para ver cómo financiamos ni qué parte aporta cada uno. Creo que lo importante es que se trata de un claro ejmplo de colaboración entre Universidad y empresa, que puede ser un modelo importante para que se animen otras. Y servirá para poner en valor nuestra investigación, conseguir una mayor visualización a nivel mundial, ayudar a nuestros alumnos con sus prácticas...
Es obvio que no habrán cerrado financiaciones, pero cuando se apuesta por un proyecto de estas características, lo lógico es calcular hasta qué punto se pueden implicar.
Sí, claro, pero no podemos olvidar que somos una Administración pública, que nuestros fondos proceden de la Comunidad Autónoma y que existía un programa de financiación de infraestructuras que se congeló hace ya cuatro años y que, si mi información no es errónea, se va a reactivar. Si la UBU tenía unos 8 o 9 millones sin gastar, habrá que ver qué parte dedicamos a este centro de investigación. Tendrán que ser unas cantidades proporcionadas y de acuerdo a la aportación de la empresa privada, no lo va a hacer la UBU exclusivamente.
La adecuación de una parcela junto a Humanidades como instalación deportiva también ha tenido que superar un contratiempo administrativo con el Ayuntamiento, ¿se ha resuelto?
Con el Ayuntamiento nunca hay problemas, porque la corporación municipal siempre ha actuado con generosidad con la Universidad para ceder terrenos, pero nosotros creíamos que esa parcela era entera de la UBU y resulta que el Ayuntamiento tenía unos metros, que debían ceder para poder reconvertir el terreno en campo de fútbol.
En cualquier caso, ¿estará listo para el comienzo del curso?
Sí, seguro.
¿Se ha tirado la toalla con la adecuación del espacio que quedó libre con el traslado de Parralillos de los depósitos de CLH?
No. Hemos tenido dos inconvenientes. Uno económico, que es fundamental, pero es que aunque hubiéramos tenido el dinero no habríamos podido hacer nada porque todavía está sin descontaminar. Licencias lo ha autorizado ya y una vez que lo hagan, si podemos llevar a cabo el proyecto de centro cívico deportivo, se hará.
No lo va a contar, pero, ¿alguien le ha dicho que tenga interés en sucederle?
No, es muy pronto todavía.