Cuatro años después, el fuego volvió a quemar 8 hectáreas de pinar y 4 de rastrojo en la Barriada Yagüe, en la ladera que nace de la avenida Valentín Niño camino al polígono de Villalonquéjar. A diferencia del verano de 2011, donde ardieron un total de 120 hectáreas (aquel siniestro terminó donde comenzó el segundo), en la tarde de ayer no hubo que desalojar viviendas por el humo y el fuego quedó controlado y prácticamente extinguido en dos horas de trabajo.

Las llamas comenzaron en torno a las 16.35 horas y lo hicieron con gran intensidad pues, si bien no soplaba el viento con mucha fuerza, sí hacía un calor muy elevado y los equipos de extinción vieron cómo se producían torbellinos de fuego que sobrepasaban en dos o tres metros las copas de los pinos.

Ante el aluvión de llamadas al 112 de los vecinos de la zona, en el lugar se personó rápidamente un gran dispositivo antiincendios y empezó a actuar, realizando varias descargas de agua, el helicóptero con base en Pradoluengo. En tierra se personaron 4 agentes forestales,  una cuadrilla de especialistas y dos de tierra y tres autobombas. Los Bomberos de la ciudad se personaron con dos dotaciones y dos autobombas y centraron sus esfuerzos  en el frente noroeste para cortar el avance de las llamas en dirección hacia el cementerio.

 La Junta de Castilla y León declaró controlado el incendio a las 18.21 horas. Las causas del mismo están investigándose aunque ayer se apuntaba a un posible origen eléctrico de las llamas, lo mismo que ocurrió en el verano de 2011. De hecho, en el lugar del siniestro se personaron técnicos de la compañía Iberdrola para actuar en los tendidos que cruzan por el lugar siniestrado.

 Como dato reseñable, a los equipos de extinción se les avisó, para evitar accidentes personales, de la colocación de posibles trampas para ciclistas en los senderos de esta zona. No vieron ninguna.