Un Burgos de videojuego

H.J. / Burgos
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Dos jóvenes de 21 y 22 años han reproducido varios edificios de la ciudad y provincia bajo el formato del 'Minecraft', un entretenimiento con millones de usuarios en todo el mundo que permite la construcción virtual

No son arquitectos y ni siquiera estudian para serlo. Son dos chicos muy jóvenes que están en plena formación profesional de audiovisuales y carrocería en el IES Diego Marín Aguilera, pero en sus ratos libres se han dedicado a levantar unos cuantos edificios emblemáticos de dentro y fuera de España. Y el Museo de la Evolución Humana es su particular joya de la corona.
Alberto Santamarina y Gabriel García son dos burgaleses aficionados al Minecraft, un videojuego para ordenadores, consolas y dispositivos móviles que cuenta con millones de usuarios en todo el mundo y por el que Microsoft pagó 2.500 millones de dólares en el mes de septiembre. Dentro de sus diversos modos de juego hay uno dedicado a la construcción, y han decidido aportar su granito de arena a ese mundo virtual incorporando a su parque inmobiliario varios ejemplos locales.
Aunque el Minecraft ya ha superado el lustro de vida, ellos lo practican desde hace dos. Y desde finales del año pasado es cuando más tiempo han empleado en la construcción de edificios. Siguiendo las reglas del juego en el modo de libre creación (hay también modos de supervivencia en los que se pelea por recursos y se ‘matan’ enemigos) lo hacen a base de superponer cubos de diferentes colores y texturas. Parece sencillo, pero se necesita mucha paciencia para que ladrillo a ladrillo acabe surgiendo ante los ojos del espectador todo el Complejo Cultural de Caballería, incluso con sus espacios interiores, las icónicas aspas rojas de sus callejones y el Paseo de Atapuerca que rodea el solar.
«No tenemos un objetivo concreto, es un juego muy abierto que nos gusta simplemente para pasar el rato», comentan los autores. Se encontraron con que no había edificios de Burgos y decidieron ser sus creadores, para enseñar una parte (aunque fuera pequeña) de su ciudad al resto del mundo. 
Ellos han sido también quienes han diseñado el Hospital Universitario, la Subdelegación del Gobierno, el antiguo seminario mayor (ahora hotel Abba), el campo de fútbol de El Montecillo, (Aranda de Duero), la iglesia de La Antigua de Gamonal (su barrio), el silo de Capiscol o el Pintor Luis Sáez (su antiguo instituto).
De momento no los han subido a ninguna versión on-line, abierta al resto de jugadores, así que nadie más que ellos puede pasearse por estos entornos virtuales. Pero los usuarios de Twitter, Facebook y Google Plus habrán podido ver las reproducciones. Recientemente se han animado a subirlas a su propio canal de YouTube, aprovechando la posibilidad de dar mayor realismo y distintas perspectivas que ofrecen los vídeos.
Alberto y Gabriel no solo han reproducido edificios de Burgos, sino que también son obra suya la torre Willis de Chicago, la torre Cavia de Buenos Aires o el Ayuntamiento de Murcia, y todo ello lo exponen en su blog (minecrafteate2014.blogspot.com.es).
Desde que empezaron con la bitácora, a finales de octubre, han logrado superar las 21.000 visitas. No es mala cifra, desde luego. Lo más sorprendente es que más de 15.000 de ellas hayan llegado de Estados Unidos. «Suponemos que es porque allí hay una gran comunidad de minecrafteros y nos han encontrado a través de los hashtags (etiquetas)», comentan los autores.
Hay quien podría pensar que estos jóvenes se pasan la vida delante del videojuego, pero ellos lo desmienten. Aseguran que el Museo de la Evolución Humana no les llevó más de 12 horas («entre los dos») y que el HUBU, algo más complicado, lo ventilaron en un par de meses «construyendo a ratos, claro». 
 
Lo próximo, la catedral. Tienen en mente varios proyectos de nuevas construcciones y una de ellas, desde luego, será la catedral de Burgos. De momento ya han empezado practicando con el diseño de una seo gótica imaginaria, para irse familiarizando con el estilo. Pero admiten que «las dimensiones de la Catedral son tremendas» y eso serán palabras mayores. Siempre ha habido clases, incluso en el Minecraft y su mundo virtual.