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Lujo oriental. Así podría definirse el viaje que realizó esta semana el presidente de la Generalitat, Artur Mas, Moscú, junto a su mujer y nueve altos cargos, para vender su quimérica idea (como dijo el Rey) de Cataluña-Estado. Eso sí, para transmitir la imagen de un país rico, el nacionalista tuvo que dar imagen de tal. Así, se hospedó en el líder mundial en hoteles de lujo, según indica la carta de presentación del establecimiento de cinco estrellas Radisson Royal Moscow, que cuenta con servicios vip, vistas impresionantes del río Moskva y prestaciones exclusivas como sala de habanos, cruceros en yate o tratamientos terapéuticos. No en vano, el precio por habitación y noche es de entre 275 y 620 euros, si bien el político barcelonés y su señora durmieron en la suite ambassador, que cuesta la friolera de 1.600 euros por noche. Eso sí, rozando el ridículo, la jefa de prensa de este palacio puntualizó que el líder de CiU tenía descuento.
Como consecuencia de este despilfarro, la presidenta del PPC, Alicia Sánchez Camacho, instó ayer al amante de la dolce vita que no duda en pedir más de 5.000 millones de euros para que sea rescatada su región y exigir la secesión, que pida perdón a los ciudadanos por su «lujoso» viaje a Moscú para promover la internacionalización del empresariado catalán, e incluso le pidió que devuelva el dinero público empleado. A su juicio, Mas ha fracasado en su desplazamiento a Moscú porque «no ha conseguido que nadie hiciera caso a su intención de internacionalizar el supuesto conflicto».
También solicitó al político barcelonés que rinda cuentas por los 271.000 euros empleados en la campaña para promover el voto, apropiándose de la manifestación de la Diada, que ha sido retirada por la Junta Electoral, y deploró que se trate de una estrategia más de CiU de cara al 25-N. Curiosamente, solo C’s secundó sus ataques, quizás porque ERC, ICV y PSC tienen mucho que callar por sus felices años de los dos Tripartitos.
Inmoral.
Aparte de fracasado (Mas no fue recibido por ningún político de relevancia), solo hay una palabra para calificar el viaje de tres días del president:inmoral.
Yes que los cánticos del 11-S le han dado un cheque en blanco a un político acosado por los brutales recortes que, desde 2010, ha ido poniendo en práctica en la región, llegando a dejar clínicas con pagos pendientes a sus empleados. Posiblemente, de eso no hablaría en sus conferencias en tierras rusas ni en su rueda de prensa en la embajada catalana, cuyo alquiler anual supera los 830.000 euros.
Vuelto de Moscú, Mas defendió su viaje oficial asegurando que Cataluña tiene grandes condiciones para proyectarse en el extranjero. A su juicio, la obligación de un jefe del Gobierno de esta autonomía es «no hacer solo de candidato, sino de presidente», y eso exige «tiempo» para una buena promoción exterior. No habló de la pela...