Muere un indigente rumano en una caseta de un solar de la Castellana

I.E.-A.G. / Burgos
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Otro mendigo que dormía con él en un chamizo del número 11 de la calle Medina de Pomar dio el aviso. Tenía 47 años y padecía un cáncer de estómago del que fue operado 2 veces

Eran las 7,40 horas cuando sus compañeros de fatigas -una pareja- se dieron cuenta de que algo iba mal. Nicusor Florea, un indigente de 47 años, no se movía en su improvisado lecho de una caseta situada en un solar la Castellana, en el número 11 de la calle Medina de Pomar. El hombre llevaba muerto varias horas, posiblemente debido a un paro cardiaco, si bien padecía un cáncer de estómago desde hace años, por el que había sido operado en dos ocasiones. En principio, a la espera de lo que revele la autopsia, se descarta que el fallecimiento fuera debido al frío. Los servicios sociales, Cáritas y Atalaya conocían su caso, pero desde hace tiempo eligió vivir en la calle en lugar de hacerlo en los albergues.

El servicio de emergencias 112  de Castilla y León dio aviso a la Policía Nacional, cuyos agentes esperaron a que llegara la comisión judicial, con el médico forense a la cabeza. Los investigadores descartaron desde el primer momento que se tratara de una muerte violenta. La víctima y los otros dos mendigos habían acondicionado un chamizo como vivienda.