La Prehistoria, como ejemplo de inclusión

G.G.U.
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Treinta niños y adolescentes con y sin discapacidad han visitado esta mañana el Carex, dentro de la segunda edición del campamento de ocio integrador que organiza el Ayuntamiento en colaboración con la asociación Aspaym

La segunda edición del campamento de ocio inclusivo del Ayuntamiento y de la asociación Aspaym comenzó ayer con un objetivo: resaltar el valor de la diversidad en positivo. Es decir, hacer ver con experiencias en primera persona que entre el compañero que camina y el que se mueve en silla de ruedas hay muchas más semejanzas que diferencias. Para ello, la organización ha planteado una serie de actividades inclusivas que este año tienen que ver con Atapuerca y la evolución humana. De ahí que ayer visitaran el Centro de Arqueología Experimental (Carex), en Atapuerca, donde los treinta participantes (la mitad con discapacidad física) disfrutaron del recorrido habitual y de las actividades que se les plantearon, dado que una de las señas de identidad de esta iniciativa es organizar actividades en las que todos puedan participar con igual, con independencia de su situación. Algo imprescindible, si se tiene en cuenta que, de los treinta participantes, la mitad tienen alguna discapacidad; la más frecuente, la física. "En la evolución siempre ha habido solidaridad; todo el mundo ha tenido su lugar", destacó la coordinadora del MEH, Aurora Martín, en la bienvenida a los jóvenes al Carex.

Al igual que en la edición de 2017, a lo largo de la semana habrá más salidas: al centro equino Mil Encinas, en Carcedo o a las piscinas. Además, harán talleres de expresión corporal o de realización de grafitis.

El campamento terminará este sábado.La mitad de los treinta participantes tiene discapacidad; la más frecuente, la discapacidad física.