Ya sea como consecuencia de un aumento de la cultura del arrendamiento, por la dificultad que existe para poder acceder a la compra de una vivienda, por un ajuste entre la oferta y la demanda o por la inercia de la recuperación económica, lo cierto es que los precios del alquiler en la provincia han experimentado un notable encarecimiento. El último Boletín Especial del Alquiler Residencial, publicado por el Ministerio de Fomento, asegura que en 2017 la renta media de los pisos creció un 14,2%, lo que situó a Burgos como el territorio más caro de todo Castilla y León.

El incremento de los precios, cuyos datos el estudio del Ministerio detalla que están obtenidos de la información de depósitos de fianza de las comunidades autónomas y con elaboración propia, hace que Burgos fuera en 2017 la segunda provincia de España donde más se encareció (en términos porcentuales) la vivienda en alquiler. Únicamente sitúa por delante a Madrid, con un alza del 16,4%. Aunque aquí, también es cierto que no se ofrece información detallada sobre todas las regiones.

Lo que sí muestra el análisis es que la cuantía media de los arrendamientos formalizados en Burgos se situó en los 462 euros al mes. Una cifra que no fue rebasada por ninguna provincia de Castilla y León y que, para ser exactos, estuvo por encima de los 432 que se pagaron en Salamanca o de los 424 de Valladolid. El resto se movieron entre los 393 de Zamora y los 381 de Palencia.

Si bien es cierto, que Burgos se movió en incrementos de los precios en porcentajes muy similares a los de Madrid, también lo es que el alquiler  de una vivienda en tierras castellanas fue, de media, 286 euros más barato que hacerlo en la capital de España, donde la renta alcanzó los 748 euros (la más elevada de todo el país). En el otro lado de la tabla aparece Lugo, donde los inquilinos pagaron 367 euros.

Pese al incremento de los precios del alquiler, Burgos se encuentra por debajo de la media del país, que se sitúa en los 573 euros al mes. Aunque aquí, esta cifra se ve empujada al alza por los arrendamientos en Madrid y en Barcelona. En la Ciudad Condal, los inquilinos pagaron 722 euros. También destacan entre las zonas más caras Baleares y Zaragoza (618 euros al mes en ambas), Málaga (579), Sevilla (517) y Valencia (504). Algunas de ellas, zonas muy turísticas y donde en los últimos tiempos han proliferado los apartamentos vacaciones. Hasta el punto de que en algunos de estos sitios, como en las grandes ciudades, se habla ya de una burbuja del alquiler.

El boletín del Ministerio muestra que el precio del metro cuadrado la provincia de Burgos de los alquileres que se han concretado es de 5,2 euros el metro cuadrado. Y contrasta este dato con el hecho de que el importe medio que piden los propietarios de los inmuebles en sus ofertas de arrendamiento se encuentra en los 5,8 euros el metro.

Esto quiere decir que se puede dar la situación de que por un piso de 100 metros cuadrados se pida inicialmente un alquiler de 580 euros, pero que después, tras rebajar las expectativas iniciales, una  operación de este tipo se cierre en 520 euros de media.

En el caso de Burgos, la superficie media los pisos alquilados en 2017 fue de 96,2 metros cuadradados (muy similar a la media nacional).

Burgos no fue tampoco una isla en el incremento de los precios del alquiler ya que, aunque con alzas superiores a la media nacional, en el conjunto del país el importe de los arrendamientos creció en 2017 un 9%.

El análisis detalla también que alquiler tiene «un mayor peso en edificios de mayor antigüedad» ya que «supera el 25% en edificios anteriores a 1960» y también en pisos de pequeño tamaño (con una superficie útil de menos de 75 metros cuadrados).