Asaja llama a consumirel ovino autóctono para garantizar su futuro

J.A. de Hoyos / Fresno
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600 comensales se dieron cita en la XVFiesta del Cordero y Lechazo de Burgos, con concurso gastronómico incluido

En la Plaza Mayor se instalaron las mesas para la comida popular. - Foto: J.A. Hoyos

j. a. de hoyos | fresno
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Varios son los objetivos que desde hace quince años persigue Asaja con la celebración de la fiesta reivindicativa del cordero y lechazo de Burgos, por una parte, defender la calidad del ovino autóctono, promover su consumo y demandar mayores controles sanitarios y de las fronteras.
Ayer, la fiesta gastronómica de exaltación  de nuestro corderos y lechazos se desplazó a la localidad de Fresno de Río Tirón y contó con varios centenares de asistentes que degustaron unos 200 kilos de carne cocinada de diferente maneras por los participantes en el concurso gastronómico, otra de las señas de identidad del evento.
 Antes del almuerzo, el presidente de la Asociación de Jóvenes Agricultores, Santiago Carretón, se dirigió a los asistentes para reiterar por enésima vez las dificultades por las que atraviesa el sector y los problemas concretos del lechazo. Carretón defendió la calidad de nuestras corderos y lechazo, pese a lo cual, atraviesa muchas vicisitudes: competencia sin control de importaciones, principalmente desde Francia, presionando los precios de mercado a la baja y suministrando animales que no son criados por ganaderos en España. Por ello, el dirigente  agrario, además de agradecer al pueblo de Fresno de Río Tirón su buena acogida, pidió que se consuman productos de la tierra y puso el ejemplo del cordero.
Por su parte, Sergio María García, también agradeció la asistencia y recordó que «efectivamente, hay que valorar cuanto tenemos en nuestros pueblos y comenzar a venderlo creyendo en sus posibilidades ante el mercado, aprendiendo a mostrarlo con soltura y con la seguridad de que es bueno y competitivo».
Asaja, además, demanda de las Consejerías de Agricultura y Sanidad mayores controles sanitarios y de calidad, exigiendo las mismas medidas al ganado importado que al autóctono y, especialmente, pidió que se hagan campañas a favor de que el consumidor pida lechal de Burgos. También recordó el bajo precio en origen de la leche, la falta de mano de obra cualificada y el «laberinto» burocrático a que someten las administraciones a los ganaderos.
La fiesta se celebró en la Plaza Mayor, junto a la iglesia, con 20 concursantes que prepararon exquisitos guisos de cordero inundando el ambiente de un rico olor. El concurso gastronómico, excelente disculpa para mostrar los productos de Castilla y León, agrupó en torno al guiso de cordero, más de 600 comensales que, desde primera hora de la mañana disfrutaron de un ambiente cálido alrededor de las cazuelas que iban recibiendo el cordero, productos de la huerta y otros condimentos.
Los concursantes tuvieron la recompensa a sus elaboradas recetas. Así, el primer premio recayó en Rubén Gómez y Sergio Carcedo; el segundo, en la Peña Indirecto; el tercer premiado fue Jesús Muñón; el cuarto, Raúl Carcedo, y el quinto, Raúl Salazar.