Netanyahu augura que un pacto con Irán llevará a una pesadilla nuclear

Agencias
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El 'premier' israelí intenta frenar las negociaciones del 5+1 al avisar de que un acuerdo de Occidente con Teherán «allanará el camino» de la nación árabe hacia una bomba atómica

 
 
Su comparecencia ya era polémica antes de que, tan siquiera, llegara a suelo estadounidense. Y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no defraudó ayer y lanzó un duro mensaje en su discurso ante el Congreso de EEUU, al advertir de que un acuerdo nuclear con Irán garantizaría que Teherán pueda construir una bomba atómica, a la vez que lamentó la controversia que ha generado su presencia en la Cámara con el Gobierno de Barack Obama.
Las ambiciones de la república islámica, en palabras de Netanyahu, son una «amenaza existencial», no solo para cualquier judío, sino para todo el planeta. Así, en su intervención ante los legisladores alertó de que un consenso sobre el programa sobre el enriquecimiento de uranio en el país árabe colocará a Israel, Oriente Próximo y el mundo bajo la amenaza de «una pesadilla nuclear».
«Debemos estar unidos para frenar la marcha iraní de conquista, represión y terror», manifestó el premier en su alocución, que fue concertada por los republicanos norteamericanos y criticada por los demócratas de Obama, quien lamentó que el dirigente aproveche esta visita para hacer campaña electoral de cara a los comicios de este mes.
De llegar a un punto común, la situación, consideró, «no bloquea el camino de Irán hacia la bomba, sino que se lo allana». «Es un mal acuerdo. Un muy mal acuerdo. Estamos mejor sin él», reiteró. Aún así, Netanyahu rechazó que la única alternativa a una solución negociada sea una guerra, aunque tampoco dio una opción.
Para el primer ministro, es un error confiar en la república, pues consideró que el régimen de Teherán «es tan radical como siempre». «La mayor amenaza para nuestro mundo es una unión del islam con las armas nucleares», aseveró, para recordar a las potencias internacionales que no repitan los errores del pasado, en referencia al Holocausto. Por ello, instó al Estado árabe a que, «en primer lugar, detenga la agresión contra sus vecinos en Oriente Próximo. En segundo, que deje de apoyar al terrorismo. Y tercero, que cese su amenaza con aniquilar a mi país».
Así, consideró que en este «juego de tronos mortal» está en juego la «supervivencia» del territorio hebreo y quiso dejar claro que «el régimen de Irán no es solo un problema judío, al igual que el régimen nazi no era solo un problema judío».
Pese a las advertencias lanzadas por el dirigente israelí, Obama indicó que el mandatario «no aportó nada nuevo» ni propuso alternativas viables a las conversaciones sobre el programa nuclear y reiteró que el acuerdo ofrecido por el grupo de países occidentales, conocido como el 5+1, es la mejor opción posible.
«Si somos exitosos, entonces éste será el mejor pacto posible para impedir que Irán tenga un arma nuclear», declaró.
Entre las exigencias que emite EEUU, se encuentra la de que Teherán deje de desarrollar sus capacidades atómicas al menos durante 10 años. Si la república está dispuesta «a dejar su programa como está», durante al menos una década y a reducir realmente elementos que ya existen, Occidente estaría satisfecho, indicaron fuentes de la Casa Blanca.
Sin embargo, desde el país árabe declararon su disconformidad con dicha propuesta.