El traslado al nuevo archivo de la Diócesis comenzará en un mes

I.L.H. / Burgos
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La semana que viene llegará el mobiliario a las dependencias remodeladas de la Facultad de Teología. La zona habilitada triplica la capacidad de custodia que tiene el actual depósito ubicado en un sótano de Martínez del Campo

El jefe de obra, Pablo Peña (i.), y el aparejador de la curia, Víctor Ochotorena, revisan los planos. - Foto: Luis López Araico

Después de un año y medio de obras y una inversión de 1.300.000 euros, el Arzobispado de Burgos dispone ya de un nuevo archivo para custodiar los papeles de la Diócesis. Hace años que el sótano de la calle Martínez del Campo donde ahora se guardan se quedó pequeño para albergar los documentos que recogen la historia cotidiana de las parroquias y los legajos llevaban tiempo amontonándose en el suelo a la espera de un destino más holgado. Ese momento ha llegado y dentro de un apenas un mes, o como mucho dos, podrán iniciar el traslado.   

Las obras en las dependencias de la Facultad de Teología que estuvieron ocupadas por Cáritas han terminado y la semana que viene llegará el mobiliario: los depósitos estancos, los ordenadores para las consultas, las mesas de trabajo para investigadores y usuarios, los muebles de despachos, oficina y zona de microfilmación. Este material con el que se dará prácticamente por concluida la obra está presupuestado en 300.000 euros.

La zona habilitada como archivo triplica el espacio de almacenaje que posee el actual, pasando de los 2.000 metros de estanterías actuales a los 6.000. Para ello ha sido necesaria una intervención integral en esta parte del inmueble que ocupa unos 1.300 metros cuadrados construidos y ha habido que acondicionarlo como archivo de documentos de papel.

Ese aspecto es el que más ha cuidado tanto el Arzobispado como la empresa encargada de las obras, que empezó siendo CPA y ha concluido Javier Herrán. Además de los depósitos estancos, la zona de custodia cuenta con modernas medidas de detención y extinción de incendios a través de gases que desplazan el oxígeno. También se ha forrado el acero de las columnas con vermiculita para aislarlo de un posible fuego, se han colocado humificadores que mantienen una humedad constante y luces que detectan la presencia.Para evitar el paso de la luz natural se han tapiado las ventanas desde el interior. En la fachada no se percibe porque se han colocado chapas de zinc micro perforada que iguala la estética y solo deja que entre la luz en aquellas zonas alejadas de las de depósito.

De la Catedral no se mueven

Con las obras finalizadas -salvo la entrada principal, que se deja para cuando se pueda acometer la reforma del claustro- y el mobiliario dispuesto, la apertura del nuevo archivo llegará en cuanto concluya el traslado de todos los fondos. El director del archivo, Matías Vicario, no se atreve a dar una fecha, pero espera que en verano pueda estar ya operativo.

Las nuevas dependencias tienen capacidad para albergar tanto los papeles de la Diócesis como los de la Catedral, cuyo archivo tampoco da para más. Pero los documentos de la Seo, que se custodian en la parte alta de la capilla del Corpus Christi, no se moverán del templo gótico. «Estamos buscando un espacio idóneo y más amplio dentro de la Catedral. Fácil no es, pero estamos estudiando las posibilidades», añade Vicario.