El Sindicato de Trabajadores de Enseñanza de Castilla y León (STECyL) logró ayer su séptima victoria consecutiva en las elecciones a la Junta de PersonalDocente de la provincia de Burgos y se garantiza la mayoría y la presidencia de este órgano, que ostenta desde hace 28 años, por otros 4 más.
El sindicato obtuvo una clara victoria, si bien perdió delegados y votos con respecto a los comicios de 2014.Concretamente, pasa de 11 a 9 representantes y de 698 a 544 apoyos. Aun así, se mantiene a una considerable distancia de la segunda organización, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), que sube de 297 a 408 sufragios y consigue otros dos puestos -de 4 a 6- en la Junta de Personal de Burgos.Además, es el sindicato con más delegados en Castilla y León, un total de 56.
Otras dos organizaciones que mejoran sus resultados con respecto a las anteriores elecciones son Anpe, al pasar de 3 a 4 delegados y de 176 a 244 votos, y Comisiones Obreras, que llega a 3 con un puñado de apoyos más que hace 4 años (167 frente a 154).
Mientras, la UniónGeneral de Trabajadores mantiene los 3 representantes con 7 votos más que en 2014 (de 213 a 220). Cierra la lista de sindicatos presentes en la nueva junta CGT, con 2 de sus candidatos y 20 papeletas más (136).
SIN REPRESENTACIÓN. A las elecciones en la enseñanza pública no universitaria concurrían otros dos sindicatos, pero se han quedado sin representación al no superar la barrera del 5% de los votos. Aspes pierde los dos delegados que tenía hasta ahora y no entra en el nuevo órgano por tan solo 3 votos, ya que aglutinó 91 apoyos y eran necesarios 94. Cierra la lista con 43 papeletas una organización que concurría por primera vez a estas elecciones, Simecal, que proviene del ámbito sanitario.
En las elecciones celebradas ayer acudieron a los distintos centros de votación un total de 1.903 docentes de los 3.738 que integran el censo. Hubo 14 papeletas nulas. La participación se quedó en el 50,91%, apenas un punto por debajo de la de 2014. No obstante, desde STECyL ven necesario hacer autocrítica por el bajo porcentaje global e incentivar una mayor participación del profesorado.