Temporada alta para la ropa de segunda mano

P.G. Macías / Burgos
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Los puntos de recogida de Cáritas ha crecido en un año de 12 a 25 debido a la demanda ciudadana, lo que ha provocado la creación de empleo en su empresa de inserción Arrropa

La ropa sufre un proceso de selección donde se decide qué prendas pueden ser recuperadas para su donación o posterior comercio. - Foto: Ángel Ayala

Las temperaturas cambian y los contenedores de ropa de Cáritas comienzan a llenarse. Coincidiendo con los meses en los que los armarios transforman su color para dar paso a la ropa de nueva colección, los puntos de recogida de la asociación empiezan su temporada alta.

Desde junio de 2013, la recogida de ropa usada la realiza Cáritas a través de la empresa solidaria Arrropa’. Esta organización de inserción laboral, centrada en el reciclaje y el reutilizaje como reflejan las tres erres  de su nombre, es la encargada de llevar a cabo todo el proceso hasta que la ropa de segunda mano llega a su nuevo propietario. Distribuida por los 25 puntos con los que cuenta la ciudad y el alfoz entre los que se incluyen las sedes de las calles San José o San Francisco, ésta es recogida por los trabajadores de Arrropa y llevada al polígono de Villalonquéjar para su posterior selección. Una recolección que se realiza diariamente. «Es necesaria porque como los contenedores no son suficientes, se colapsan», afirma Raquel Saiz, responsable del proyecto.

La ropa sufre en la nave dos divisiones: por un lado aquella desechable, que se vende a mayoristas para su uso industrial o se traslada a Aranda, donde la organización tiene una empresa encargada en el procesamiento de algodón y, por otro en torno al 35% del total, la que puede ser destinada a donaciones o recuperada para su posterior comercio.

USO POSTERIOR

Ésta última se vende a través de la iniciativa de espacio solidario ‘Vístete’, con dos puntos de venta localizados en las calles Luis Alberdi y la calle Salamanca, donde los artículos tienen un precio simbólico. Una labor que permite a la asociación financiar el proceso para los trabajadores con riesgo de exclusión social. Aún así, el objetivo de Cáritas es que cualquier persona pueda tener acceso a esta ropa y por ello existe también la donación directa. Las personas que acrediten la necesidad de acceder a las prendas adecuadas para cada temporada pueden acudir a estas tiendas y obtener la ropa de manera totalmente gratuita.

Un proyecto que cumple su primer ciclo con buena nota. Desde su implantación en junio de 2013 el número de puntos de recogida con los que cuenta la ciudad y el alfoz va en aumento. En abril de 2013 contaba con 12, que se han multiplicado hasta llegar a los 25 con los que cuenta a día de hoy. Además, gracias a la solidaridad de los burgaleses implicados en la labor de la reutilización de ropa usada, las previsiones son buenas y la campaña, que tiene su punto fuerte en el cambio de estación y que ha llegado a generar incluso excedente de materia prima, cerró el mes de julio con un total de 50 toneladas de recogida. Una media de 12 toneladas a la semana, lo que supone un incremento respecto a la primavera del año pasado, cuando se aproximaban a las nueve semanales.

 Arrropa además suma y sigue, incrementando periódicamente el número de contratos de inserción laboral, contando en la actualidad con un total de nueve de los que siete, son ejercidos por personas en riesgo de exclusión.

El objetivo de la entidad católica es seguir ampliando la red de contenedores y es aquí donde la asociación encuentra su primera piedra en el camino. Los contenedores son colocados en suelo privado porque no hay una red pública para la recogida, lo que supone una limitación de los espacios disponibles para situar los distintos puntos de recogida.