El Villarreal recibe hoy al Barcelona en El Madrigal (20,00 horas/Canal+1) en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey, eliminatoria que tiene más cerca un Barça que ganó en la ida (3-1), pero no sentenció pese a poder hacerlo, y más lejos un adversario que pondrá todo su arsenal en marcha para buscar la remontada.

Aunque llegar a esta ronda ya es algo histórico, el cuadro castellonense quiere hacer mayor su gesta y meterse en su primera final, para lo que necesita una gran comunión con El Madrigal, que se prevé lleno. Además, debe estar acertado de cara a gol y muy seguro atrás porque necesita un 2-0 como mínimo ante un oponente crecido y que ya ha asegurado que saldrá a por todas, no a mantener la ventaja de la ida.

El bloque azulgrana ganó en el primer envite, al igual que en los dos choques ligueros, e incluso pudo irse con una renta más holgada. Con el 3-1 en contra, el ‘submarino amarillo’ intentó forzar la máquina, pero los torpedos no funcionaron, quizá demasiado fríos por no haberlos calibrado hasta verse tan abajo en el marcador.

Por parte catalana, el acierto fue de menos a más. Las ocasiones fueron constantes aunque no siempre claras, pero sí tuvieron el punto de mira bien puesto, aunque Neymar falló un penalti que le cedió Messi y que hubiera sido la sentencia. Este resultado dejó todo abierto, aunque deberá cambiar mucho su cara el cuadro local para intentar ir a la final.

Y es que son tres las victorias que se ha sumado la escuadra de Luis Enrique ante un contrincante duro y combativo, de gusto por el buen toque y que sigue vivo en sus tres objetivos marcados para la Liga, Copa y Europa League. No obstante, Marcelino siempre se ha topado con un gran Barcelona, y no ha sabido dar con la tecla para ni siquiera empatar, si bien ha estado cerca. Este dato, y lo mucho que habrá en juego, hace prever una gran noche de fútbol.

Pese a estos precedentes, el preparador asturiano del equipo ‘culé’ subrayó en la previa que su equipo no irá «de paseo» a El Madrigal, donde quiere cerrar su pase a la final con un triunfo y aprovechando el «momento óptimo de resultados y de forma» que atraviesa su equipo, en un duelo donde no piensa «especular en ningún momento» ante un rival que «no tiene nada que perder».

Aunque Luis Suárez y Mascherano están apercibidos, no habrá cambios por este motivo en la alineación titular, donde se espera al once de gala, con Ter Stegen en la portería. Respecto a los precedentes, hace 47 años que el ‘rey de copas’ no afronta una vuelta con un 3-1 favorable, pero entre los años 1947 y 1968 lo consiguió cinco veces y, en cuatro, salió airoso.

Ambiente de remontada. Por su parte, el conjunto local llega reforzado por su empate del pasado domingo en el Santiago Bernabéu (1-1), donde Marcelino García Toral se permitió el lujo de dejar en el banquillo a piezas fundamentales como Vietto, Musacchio o Víctor Ruiz. Tampoco jugó por contrato Cheryshev, que también volverá para completar la alineación habitual, en la que solo faltará Bruno Soriano.

El ‘submarino amarillo’, que necesita más que nunca el apoyo de su hinchada, contará con un gran despliegue organizado por el club y sus seguidores para aupar al Villarreal al triunfo. El club, junto a la agrupación de peñas ha preparado una serie de actos para que la fiesta sea inolvidable.

La idea del club es que el color amarillo inunde las calles de la ciudad y, posteriormente, el feudo castellonense. Está previsto recibir al autobús del equipo para que los jugadores sientan el calor de su afición. Ya dentro del estadio, la fiesta continuará con la colocación de 20.000 globos que darán aún más colorido a las gradas de El Madrigal.