Agentes del Servicio Territorial de Medio Ambiente de Burgos sorprendieron hoy en las localidad burgalesas de Cardeñajimeno y San Pantaleón del Páramo a varios cazadores con un número de capturas superior a lo permitido. Los cazadores se enfrentan a una grave sanción en materia de caza. En el caso de uno de ellos la multa puede suponer más de 4.000 euros, puesto que por cada perdiz abatida ilegalmente tendrá que pagar una multa de 600 euros.

Según informaron desde la Junta, fueron descubiertos durante el operativo sobre el control y seguimiento de cupos de caza en terrenos cinegéticos de Castilla y León. Tras identificar los agentes a uno de ellos y comprobar que llevaba a la vista dos perdices, las únicas que autoriza el cupo, comprobaron que en el interior de su vestimenta, portaba otras siete perdices más.

Otro caso similar se produjo en San Pantaleón del Páramo (Burgos) con otro furtivo que había cazado cuatro perdices, sobrepasando las dos autorizadas. En ambos casos, las armas fueron decomisadas y la caza obtenida fraudulentamente, esto es, todas las perdices que sobrepasaban el cupo autorizado, fueron destinadas a un centro benéfico de la capital.

Desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, recordaron a todos los cazadores el obligado cumplimiento de los cupos de caza, con el fin de garantizar la existencia de una población suficiente y conseguir una gestión sostenible del recurso cinegético.

Otras actuaciones

En otras actuaciones paralelas en materia de caza mayor, fueron pillados durante una montería tres cazadores en Huérmeces (Burgos), mientras cazaban fuera del coto asignado, y en otra montería en Sarracín (Burgos) un cazador fue denunciado por disparar con un arma sin limitador, portando en su interior cinco cartuchos. Por otro lado, los agentes de Medio Ambiente sorprendieron también a otras dos personas en terrenos del cinturón verde de la capital, intentando capturar liebres con tres galgos.