Una familia busca 25.000 euros para tratar a su hijo de una ceguera

R.L. / Miranda
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Los padres de David, de año y medio, están recogiendo dinero para que el niño reciba un tratamiento de células madre que le permitan recuperar la visión al menos parcialmente

David tiene año y medio y, en este tiempo, todavía no ha visto a sus padres. Padece una ceguera bilateral causada por la atrofia del nervio óptico, un trastorno poco frecuente que los médicos confirmaron al comprobar que no respondía a ningún estímulo visual. Lo detectaron cuando el pequeño tenía cuatro meses, y a sus padres  el mundo se les cayó encima. «Tuvimos un embarazo normal, el niño por lo demás está sano, y nos hicieron pruebas que comprobaron que no era genético», explica Ana María, su madre, una joven de 28 años que junto con su marido, de 33, se han propuesto hacer todo lo que esté su mano para que su niño recobre un sentido tan importante para su vida diaria como es el de la vista. David no ve prácticamente nada, solo luces si son muy fuertes. «Hemos llorado mucho, lo hemos  pasado muy mal. Al principio nos decían que no había nada para curarle, pero ahora tenemos una esperanza», añade la madre.

Según explica esta joven pareja, procedente de Rumanía pero afincada en Miranda desde hace casi seis años, la única oportunidad que tiene su hijo para recuperar la visión es recurrir a un tratamiento con células madre que, para niños, se aplica en muy pocas clínicas. Han mirado una en Inglaterra y otra en Tailandia. En la primera, el coste del tratamiento asciende a 120.000 euros; en la segunda, la cifra baja a 25.000, dado que el nivel de vida allí es más bajo, aunque «los médicos también son de reconocido prestigio y están amparados por una clínica de Estados Unidos, es una sucursal», matizan. Ambas cantidades se les escapan de las manos, pero consideran que es más asequible reunir los 25.000 euros y probar suerte en el país asiático. Pese a que no les garantizan al 100% que recupere la visión, «puesto que dicen que cada cuerpo humano reacciona de forma distinta al tratamiento», ahora mismo es lo único que pueden hacer por su hijo, un niño al que su problema le está impidiendo que se desarrolle correctamente. No sabe andar, apenas se comunica y hace poco ha aprendido a sentarse y a mantenerse de pie. Sus padres le llevan al servicio de Atención Temprana, donde con estimulación y fisioterapia están consiguiendo que progrese. «Como no ve, no tiene necesidad de moverse, de comunicarse...es como un niño de 5 meses, pero ahora estamos consiguiendo que progrese un poco».

Los informes médicos ya están en posesión de la clínica tailandesa y, según les han comentado, el tratamiento, que consistiría en ocho transfusiones de sangre de una persona compatible con David, tendría una duración de 20 días. Insisten en que «lo peor y lo más difícil» ya ha pasado porque «ahora sabemos que hay un sitio donde le pueden curar, o al menos conseguir que vea  algo para que se pueda defender y no depender de una persona toda su vida».

Tapones para David

Lo que necesitan antes de viajar a Tailandia con David es reunir esos 25.000 euros, y ya han comenzado a movilizarse. Al ser socios de Giafys, han contactado con este colectivo para que les ayude a organizar alguna actividad en Miranda para reunir fondos; en Atención Temprana también les están echando una mano, y han distribuido una foto de su hijo por las redes sociales explicando su enfermedad. Piden una colaboración económica, por pequeña que sea, para ayudar a David y en diversos establecimientos de Miranda, como en los supermercados Simply y Eroski, se están recogiendo tapones de plástico para llevarlos a una empresa de reciclaje donde se canjean por dinero.

 En el bar de las piscinas del polideportivo ya se han recogido varios kilos de tapones y quien desee colaborar puede depositarlos en una caja que hay en la barra. Además, se han comprometido a donar la recaudación de las comidas que se sirvan el sábado 8 de agosto, mientras que el 6 de septiembre realizarán una comida popular también a beneficio de la familia de David.  «Estamos ilusionados con esta campaña, nos está llamando gente y confiamos en que dé resultado», sostiene el padre. Quien  quiera realizar un donativo y ayudar a esta joven familia puede hacer un ingreso en este número de cuenta de La Caixa: ES09 2100 2002 9601 0010 6602.