Ciencia a pie de calle

R.M. / Burgos
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El Cenieh se sumó a la Noche de los Investigadores celebrada en toda Europa • Pequeños y mayores conocieron desde cómo actúa el magnetismo terrestre a los equipos con los que se estudian los materiales llegados al centro

El taller ‘Energía invisible’ despertó la expectación de niños y adultos. - Foto: Luis López Araico

A sus 9 años, Jorge tiene muy claro que la ciencia debe tener un carácter práctico. Quizás por eso para participar en el concurso ‘Dibuja una científica o un científico’ escogió un robot que fabricaba billetes de 500 euros y tostadas, además de pintar un experimento consistente en un gato-vaca-tigre-elefante-caballo y hacer un retrato de sí mismo como científico de mayor.

Por su parte, a Nicolás, de 6 años, casi le faltaba tiempo para ir desde el taller de la Energía Invisible -donde le enseñaban cómo hacer una brújula casera o cómo un simple trozo de papel de aluminio puede impedir que un móvil funcione- al del Ratón Pérez, donde aprendía la importancia del estudio de los dientes de animales y homínidos para conocer la evolución humana y del que salía con un molde de su propia dentadura.

Jorge y Nicolás son solo dos ejemplos de lo que ayer se vivió en el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH). Y es que por cuarto año consecutivo el Centro se sumaba a la Noche de los Investigadores, una iniciativa en la que han participado más de una decena ciudades de toda España -más de 300 en toda Europa- con el objetivo de aproximar el trabajo de los científicos a la sociedad.

 Así, el Cenieh sacaba la ciencia a pie de calle para dar cabida a cientos de burgaleses con curiosidad por saber algo más de esta disciplina y por conocer qué se cuece dentro del más desconocido edificio del Complejo de la Evolución Humana mediante diferentes talleres y charlas.

Pero no solo los más pequeños como Iria, que también se dibujó a si misma como algo parecido a una investigadora y esperaba expectante al ratón Pérez, disfrutaron. Los adultos preferían adentrarse en los laboratorios donde los especialistas del Cenieh reciben y preparan para su estudio los materiales que llegan procedentes de diferentes cuevas y excavaciones. Ese fue el caso de Alfredo Padilla, a quien lo que más le llamó la atención fueron los avanzados equipos de los que dispone el edificio y el hecho de que haya materiales no solo de Atapuerca, sino, por ejemplo, de Estados Unidos.

Con el lema ‘Personas para un mundo mejor’ y financiada por la Unión Europea, la versión burgalesa de La Noche de los Investigadores también incluyó una sesión continua de conferencias entre las 18.30 a las 22.30 donde expertos como el director del Cenieh, Alfredo Pérez, Emiliano Bruner o Ana Isabel Ortega, entre otros, expusieron de manera didáctica aspectos de la evolución humana.