La ruina del palacio de Cadiñanos crece tras caer el tejado de una torre

A.C. / Cadiñanos
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El Ayuntamiento, que declaró en mayo la ruina del inmueble, reforzó hace un mes la seguridad con nuevas vallas y ha ampliado el perímetro protegido tras lo sucedido el lunes por la noche

Unas vallas sujetas con cadenas y ancladas en sus extremos impiden a peatones y vehículos acercarse al palacio. - Foto: A.C.

El pasado 8 de mayo, una resolución firmada por la alcaldesa de Trespaderne, Isabel López, declaró «la ruina inminente» del palacio de los Medina Rosales, ubicado en el centro de Cadiñanos, después de que un informe de los servicios técnicos municipales, fechado el 6 de mayo, pusiera de manifiesto el grave deterioro del inmueble, abandonado a su suerte durante más de cuatro décadas.  Solo han pasado poco más de tres meses para que los temores del Ayuntamiento se convirtieran en una realidad. Yes que el pasado lunes por la noche, lo poco que quedaba del tejado de la única torre que se mantiene completa del palacio se vino abajo.

Afortunadamente no se lamentaron daños personales, entre otros motivos, porque la mayoría de las tejas cayeron al interior del palacio, declarado Bien de Interés Cultural en 1991, y porque las que cayeron en la vía pública estaban dentro del perímetro de seguridad vallado por el Ayuntamiento desde mayo. La primera medida municipal fue instalar un vallado perimetral que evitaba el tráfico rodado, pero que los peatones podían sortear. Hace un mes, el Consistorio instaló nuevas vallas, de mayor altura y que impiden completamente el paso. Además, lo sucedido el lunes le ha llevado a ampliar aún más el perímetro de seguridad en una de sus fachadas.

Los vecinos lamentan los inconvenientes de este corte del tráfico y el rodeo que les obliga a realizar. «Estamos un poco divididos», señalan, pero apuestan por la seguridad en primer lugar. Desde el Ayuntamiento, el concejal de Urbanismo, Roberto Fernández, anuncia que el viernes acompañará al técnico municipal de Urbanismo a Cadiñanos para que realice una inspección de los nuevos desperfectos y completar así la redacción ya iniciada del proyecto de consolidación y estabilización de los elementos que amenazan con desprenderse.

Empresario mecenas

En el origen del penoso estado del palacio, que pudo ser obra de Juan de Vallejo o de Gil de Ontañón, está la «gran dispersión entre un gran número de propietarios tras sucesivas herencias», como explica Yñigo Míguez del Olmo, quien se ha hecho con el 66% de la propiedad. Llegar a poseer dos tercios del palacio le ha costado diez años de búsqueda de herederos y de gestiones que este empresario del vino afincado en Madrid pretende continuar hasta conseguir la totalidad de la propiedad. Yñigo Míguez, presidente de la Asociación de Propietarios de Castillos y directivo de la Asociación de Amigos de los Castillos, ha comprobado como algunos de los propietarios del palacio de Cadiñanos ni siquiera han visitado nunca la localidad.

El también propietario de varias torres y castillos en las dos castillas, entre ellas ocho bienes de interés cultural, tiene en mente el proyecto de rehabilitar el palacio de los Medina Rosales «para darle un uso cultural, con un contenido museístico, donde se interprete la importancia de Las Merindades en Castilla, gracias a la cual España fue un imperio». Pero antes, insiste, deberá contar con el cien por cien de la propiedad, una tarea que se presenta difícil.

El 33% que no posee este mecenas del patrimonio está en manos de más de una veintena de herederos de la familia Nardiz Segurola y Nardiz Echanove, entre otros, e incluso de una congregación religiosa de monjas. Tanto a Yñigo Míguez, como al resto de propietarios el Ayuntamiento les ha notificado que deberán afrontar los gastos de las medidas de urgencia que va a tomar para frenar la inseguridad que produce el inmueble en la actualidad, salvo que ellos mismos realicen los trabajos de manera directa, algo muy improbable.

Míguez asegura estar totalmente de acuerdo con la decisión municipal y dispuesto a abonar los costes que le correspondan por el 66% de la propiedad ya en sus manos. De momento, en el Consistorio no cuentan con una valoración de los costes de la reda-cción del proyecto, la ejecución de las obras y su dirección.