Juana Samanes: "Las historias de personajes felices no venden"

JAVIER M. FAYA (SPC)
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La crítica de cine de 13 TV y de los periódicos del Grupo Promecal profundiza en las claves de los Oscar, cuya gala se celebra el próximo día 22

Falta muy poco para la gala de los Oscar -10 días-, y por aquello de ganarme unas perrillas en alguna web de apuestas -con responsabilidad, ojo-, le pido consejo a una gurú del cine, nuestra crítica en este periódico y en 13 TV, Juana Samanes. La podemos ver los viernes en los informativos y en la noche de los domingos (00,30 horas) en Cine con mayúsculas. Ella se ríe con ganas. «No sé si te puedes fiar de mis pronósticos. A la Bonoloto nunca gano...».

¿Cómo definiría el cine? ¿Escuela de valores?

  Sí, el cine puede ser una escuela de valores, ahora más que nunca, puesto que los menores de hoy son una generación totalmente audiovisual, pero también es  cultura -de ahí el nombre de séptimo arte- y, algo no menos importante, es entretenimiento. Si las tres características van unidas, mejor.

¿De cuántas películas se ha salido usted?

 Desde que me dedico al análisis cinematográfico, hace ahora 17 años, creo que solo de una: era totalmente pornográfica.

¿En qué peli le hubiera gustado salir y en qué papel? No vale Escarlata O´Hara ni la apocada becaria de 50 sombras de Grey...

No lo he pensado nunca, desde luego lejos de cualquier intención ni tentación  interpretar a Anastasia Steele (risas). Quizás, por aquello de que tengo muy claro mi vocación, no hubiera estado mal interpretar el personaje de la periodista Hildy Johnson  (que encarnó Rosalind Russell) en Luna nueva, esa divertida comedia en la que fue pareja de Cary Grant.

¿Se explica el fenómeno Torrente?

Lo de Torrente no lo he entendido, quizás porque soy mujer y Torrente tiene, sobre todo, un público masculino. Segura fue capaz de crear un personaje, que es un buen representante de la cutrería más soez que, al parecer, algunos hombres llevan dentro y no se atreven a manifestar. Pero tantas entregas me parecen inexplicables.

¿Va bien el cine español?

Yo creo que sí. Ha tenido unos años donde casi todas las tramas daban vueltas a los mismos temas como la guerra civil, la Iglesia como foco de todos los males, etcétera. Pero, últimamente, están surgiendo jóvenes directores interesados en olvidarse del pasado y contar historias de género (cine negro, comedias…). El cine español está resurgiendo.

¿Está Almodóvar acabado?

Lleva años necesitando un guionista. Sus últimas películas, desde Volver, han sido muy flojas.

Pronósticos de los Oscar.

A mejor película debería llevárselo Boyhood, aunque no hemos visto todavía en España  El francotirador, y Clint Eastwood suele asombrarme favorablemente. A mejor actriz, Julianne Moore (Siempre Alice). En cuanto a actor, Edward Redmayne (La teoría del todo). En las categorías a mejores intérpretes -principales o de reparto- todos están bien.

¿Por qué la comedia es la hermana pobre de los Oscar?

 Nunca lo he entendido porque, en mi opinión, hacer reír es una de las cosas más complicadas.

Siempre es lo mismo. Oscar para enfermos, villanos, prostitutas, alcohólicos... ¡Qué falta de imaginación!

 Esto es como esa regla que nos daban en la Facultad de Periodismo: La noticia no es que el perro muerda al niño sino al revés. Al parecer, las historias con personajes felices venden poco.

Dicen que los críticos de cine son directores frustrados. 

En mi caso desde luego que no. A mí me gusta escribir, contar cosas, a través de cualquier medio.

¿Alguna anécdota? 

Tengo muchas. Una de las últimas fue con Philip de Chauveron,  el director de Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho? Le comenté que había llorado tanto de risa que el rimmel que llevaba en las pestañas me había emborronado el ojo. Al término de la entrevista me comentó que me debía un bote, que me lo traería de Francia.