La plantilla de CaixaBank rechaza despidos mientras haya beneficios

G. Arce / Agencias / Burgos
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Denuncia que se incluyen en el EREde extinción a los 743 empleados de Banca Cívica en suspensión, 60 de Caja de Burgos, con los que hay un compromiso de reincorporación

Más de un centenar de trabajadores y sindicalistas se concentraron en la plaza de la Libertad y ante los accesos de la Casa del Cordón en la calle Santander. - Foto: Patricia

Los trabajadores de CaixaBank rechazan la aplicación de despidos  forzosos en una entidad financiera «socialmente responsable, con unos beneficios importantes, con una solvencia contrastada por agentes externos, con una Obra Social como la que tiene y una actitud compradora en el mercado».  Los sindicatos Secpb-Csica, CCOOy UGT, convocantes ayer la concentración de trabajadores en los accesos de la Casa del Cordón contra el ERE que prevé 3.002 salidas, reafirmaron que «no tendrán nuestro aval para incrementar la cifra de parados de este país».

La chispa que ha encendido el malestar de la plantilla ha sido la inclusión en el EREde extinción de los 743 trabajadores procedentes de Banca Cívica (60 de ellos de la estructura de la antigua Caja de Burgos) y que actualmente tienen suspensión de contrato por 1 o 2 años de duración. «Todos ellos -recordó el presidente del comité en Burgos, Juan Ángel Gallo- tienen firmado una reincorporación, recogida en el acuerdo del 22 de abril, que CaixaBank no quiere reconocer».  

El representante de CCOO, Jesús Zamanillo, advirtió por su parte que la empresa tendrá «en frente» a los sindicatos «si no rectifica y recupera una postura racional». Juan Antonio Gutiérrez, de UGT, insistó en que no cabe una negociación por despidos cuando la empresa «esta  ganando dinero». «Nos negamos a cualquier medida de reestructuración que no sea voluntaria, como por ejemplo las prejubilaciones. No entendemos que tenga que haber un ERE de extinción».

Los representantes sindicales coincidieron en la necesidad de cerrar o reclasificar oficinas -la entidad plantea un millar-, aunque todavía no se ha entrado en el detalle de ver cómo afectan estos cierres a cada territorio de CaixaBank.

La movilización vivida ayer en Burgos, que se inició en la plaza de la Libertad y terminó a las puertas de la Casa del Cordón en la calle Santander, también se produjo en Pamplona y Tenerife, al igual que el martes en Sevilla y Málaga.

Negociación

Mientras se escuchaban las protestas y pitos en los alrededores de la Casa del Cordón, en Barcelona se celebró la tercera  reunión negociadora del ERE.

El informe que se debatió en este encuentro, según explica el sindicato Secpb-Csica, CaixaBank prevé amortizar 352 puestos de trabajo de la sedes centrales «por dejar de ser necesarios tras la fusión de Banca Cívica y las integraciones tecnológicas». A estos puestos se suman otros 100 procedentes de la direcciones de zona y otros 86 de las direcciones territoriales (en Burgos está la de Castilla yLeón y Asturias).

En la red de oficinas los despidos ascienden a 1.721 personas, entre las que incluyen las 743 con el contrato suspendido.

CCOO propuso ayer salidas voluntarias y a más largo plazo que el  planteamiento inicial de la entidad para este 2013, incluyendo  prejubilaciones hasta 2015 y otras salidas temporales o definitivas  de carácter voluntario.  

El sindicato cifra en 3.353 empleados los susceptibles de aceptar la prejubilación de forma voluntaria entre este año y 2015, y que son los que actualmente tienen 54 años o más. La propuesta incluye que los empleados de este colectivo que  acepten prejubilarse -este año podrían ser más de 800 con edades de 58 y 59 años- cuenten con complementos y otras aportaciones hasta los 63.  

CCOO también contempla la posibilidad de bajas voluntarias con indemnizaciones de 45 días por año trabajado y un máximo de 42 mensualidades; excedencias voluntarias de entre 3 y 5 años con retorno a un centro de trabajo no más lejano de 25 kilómetros, y reducciones de jornada, también voluntarias y que se puedan acumular en uno o varios días a la semana.  

Lamenta que CaixaBank todavía no haya planteado medidas concretas sobre cómo prevé reducir personal, e incide en que el informe que justifica las 3.002 bajas no tiene en cuenta que ya se están  reduciendo sucursales por la integración de Banca Cívica.