El Consistorio cierra el Mirador del Castillo sin sacar el nuevo concurso

J.M. / Burgos
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Los hosteleros recogieron ayer los enseres del local tras ocho años de actividad. Lamentan que el Ayuntamiento no haya sido previsor para sacar una nueva convocatoria pública

Los hosteleros desmontaban el escenario al que se han subido tantos artistas en estos años. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

 
De nada les ha servido a los hosteleros que han regentado el negocio del Mirador del Castillo durante ocho años el escrito que enviaron a la Concejalía de Patrimonio para poder seguir en el local hasta que el Ayuntamiento saque un nuevo concurso. Cumpliendo el requerimiento municipal que a mediados de agosto les daba un mes de plazo para abandonar el establecimiento, los empresarios ya no abrieron este domingo y ayer se afanaban en recoger los enseres y hacer la mudanza.
El cierre del Buenas Noches Burgos (BNB), como se llama el negocio, se volvió irreversible el pasado mes de mayo cuando caducó el contrato que el Ayuntamiento tenía con los inquilinos del local. Entonces, la Concejalía de Patrimonio decidió que era necesario realizar una inversión de 110.000 euros para acabar con las filtraciones que desde hace años castigan la parta baja de este inmueble situado junto al Castillo. 
Los empresarios, que ayer se mostraban decepcionados por el modo en que se ha gestionado el final del contrato, explicaban que ellos ya habían advertido de la existencia de las filtraciones, en varias ocasiones, desde el año 1995. Es decir, que hacía tiempo que se podía haber contemplado esta circunstancia y que no debería haber sido razón para que se hubiera retrasado el pliego.
Con el beneplácito municipal, aseguran los hosteleros que de forma verbal, la actividad en el negocio continuó durante el verano. Hasta que a mediados de agosto llegó la comunicación de que debían abandonar el local. Aún ayer, agarrándose a un clavo ardiendo, los inquilinos del Mirador del Castillo se reunían con el concejal de Patrimonio, Salvador de Foronda, para saber si existía la posibilidad de permanecer en el negocio hasta que se resuelva el nuevo concurso. Se les comunicó que había dos informes de Secretaría General, uno partidario de permitirles continuar y otro indicando que debían abandonar, y se optó por esta última opción.
En este momento, el Ayuntamiento aún tiene pendiente convocar el próximo concurso. Algo que esperan poder hacer en unos quince días, con la idea de que el adjudicatario sea el que pague los alrededor de 110.000 euros que se estima que costará la reforma. Los empresarios, aún con el disgusto en el cuerpo,  expresaron sus «serias dudas» de que se presente alguien. Y es que ellos no están dispuestos a hacer lo que asumieron hace ocho años. Realizar unas obras de 144.000 euros a cambio de pagar un alquiler simbólico de 50 euros al mes.
Desde el negocio afirmaron sentir «pena» porque el Mirador del Castillo se quede vacío por un tiempo ahora difícil de adivinar y también mostraron su descontento por los quebraderos de cabeza que les ha dado sufrir «constantes controles de la policía, denuncias, grúas...». Algo que consideran que han sufrido en exceso. «Nos lo han puesto muy difícil».
Lo que falta por ver ahora es el tiempo que falta hasta que salga un nuevo concurso, si hay interesados que presentan ofertas y cuánto duran las obras de reforma del negocio. Lo que parece asegurado es que el Mirador del Castillo pasará una buena temporada cerrado y toca rezar porque el edificio no sea víctima del vandalismo.