Donostia aplaude la creatividad

Agencias
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Lola Salvador recibe el Premio Nacional de Cinematografía por su compromiso social

WERT ENTREGA A LOLA SALVADOR ELPREMIO NACIONAL DE CINEMATOGRAFÍA 2014 - Foto: Javier Etxezarreta

El titular de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, entregó ayer, en el marco del 62 Festival de Cine de San Sebastián, el Premio Nacional de Cinematografía 2014 a la productora, novelista y guionista Lola Salvador, a la que se refirió como «polifacética», además de «comprometida» con su oficio y «llena de creatividad».

El ministro aseveró que Salvador, guionista entre otras películas de El crimen de Cuenca, dirigida por Pilar Miró, y encargada de la adaptación del programa infantil Sesame Street en Barrio Sésamo, cuenta con «méritos diversos y variados». Entre ellos subrayó su labor por «fomentar la alfabetización audiovisual» y transmitir su oficio enseñando a las nuevas generaciones a «entender, comprender y amar lo audiovisual».

Además, explicó que el jurado de este reconocimiento «ha decidido, por unanimidad, conceder el galardón a Salvador por considerar que se trata de una cineasta comprometida con la sociedad», así como por tratarse de una persona «repleta de proyectos».

La premiada agradeció el reconocimiento y aseveró que una medalla como este «no deja de ser una carambola de votos, un azar».

Además, se refirió a los guionistas como «bichos raros», aunque logran con su trabajo que las personas se reconcilien con sus vidas a través de los personajes que escriben. «Somos muy útiles», apuntó.

Jornada ‘made in spain’. Pero el día dio para mucho más. Y es que ayer comenzó la carrera por la Concha de Oro de la mano del que muchos consideran ya «el thriller español del año». Y es que La isla mínima, de Alberto Rodríguez, no defraudó las elevadas expectativas que había suscitado y entusiasmó a la crítica.

Así, después de la poco entusiasta recepción de The Equalizer -fuera de concurso-, el nivel subió con tres propuestas de lo más variado. Pues esta segunda jornada también marcó el regreso de François Ozon, y su melodrama sobre la búsqueda de la identidad sexual Une nouvelle amie volvió a cosechar un sonoro aplauso. Para completar, el danés Bille August trajo un alegato en favor de la eutanasia con Silent Heart.

En La isla mínima, el director de 7 vírgenes y Grupo 7 se traslada a un pequeño y aislado pueblo de las marismas del Guadalquivir para narrar las pesquisas de dos detectives de métodos opuestos que investigan la misteriosa desaparición de dos adolescentes.

Corre el año 1980 y España, en plena Transición, se encuentra aún dividida en quienes abrazan el cambio con ilusión y quienes hubieran preferido que las cosas siguieran como hasta entonces.