Una nueva teoría sitúa el viaje de Carlos V de Medina a Burgos por Oña

A.C. / Trespaderne
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La Asociación Cultural Tedeja afirma que hay «desconocimiento» de los documentos que recrean el hospedaje del emperador en el Monasterio oniense y su paso por Trespaderne

El Emperador Carlos V fue una figura paneuropea que, de momento ha unido a 59 ciudades, regiones e instituciones de España, Bélgica, Alemania, Holanda, Italia, Portugal, Marruecos, Túnez y Argelia  en la Red de Cooperación de las Rutas de Carlos V, entidad que en mayo logró la declaración de las Rutas del Emperador Carlos V como Itinerario Cultural Europeo. Según los estudios realizados por esta red, el monarca partió con una flota de 56 embarcaciones de la ciudad de Flesinga (Países Bajos)el 17 de septiembre de 1556 y el 28, once días después, arribó en el puerto de Laredo, desde donde viajó hacia su retiro en el monasterio cacereño de Yuste. De Laredo fue por los Tornos a la Merindad de Montija y Medina de Pomar y, según las investigaciones realizadas hasta ahora, el camino hacia Burgos se retomó por Valdivielso hacia Pesadas de Burgos y Hontomín. Frente a esta teoría, la Asociación Cultural Tedeja afirma que «el Emperador partió de Medina y pasó por Trespaderne, Oña y Briviesca» en dirección a Burgos.

Ya en 1997, la asociación con sede en Trespaderne que dirige Roberto Fernández, tenía documentación que avalaba el paso del Emperador por Medina de Pomar, Trespaderne y Oña, pero la existencia de documentos que sitúan parte del cortejo real en Hontomín hizo pensar que el emperador tomó este itinerario. Es sabido y así lo afirman los expertos que «la comitiva hubo de ser dividida en dos, ya que no en todas partes se podía alojar a las 150 personas del séquito», por lo que es posible que parte del cortejo viajara a Burgos por esta ruta que hoy atraviesa el puerto de la Mazorra, pero no así el rey. Desde la Asociación Cultural Tedeja afirman que «existe un desconocimiento general de los documentos que recrean el hospedaje del César (como llamaban al Emperador) en el Monasterio de San Salvador de Oña durante unos días de octubre de 1556».

Todo hace pensar, a juicio de los responsables de la asociación que la corte «optó por un trazado de clima más benigno y topografía más suave». Además, cuentan con documentos del siglo XVIque hablan de las «reparaciones y mejoras que hubo que hacer en el puente medieval de Trespaderne y el camino de la Horadada hacia Oña en los meses previos al paso del séquito real». Y es que el viaje de Carlos V hacia Yuste se preparó con diez meses de antelación, según las crónicas que maneja la asociación.

Su teoría plantea que de Medina, el séquito se fue hacia San Cristóbal de Almendres, Cebolleros, Villavedeo, Villapanillo y Arroyuelo por el trazado que aún conserva el nombre de Camino Real. Según sus cálculos esta primera etapa pudo acabar en Cadiñanos, donde el palacio de los Medina Rosales estaba recién construido. De allí la comitiva salió hacia Santotis y Trespaderne para llegar a Oña por el desfiladero de la Horarada.

Desde Tedeja solicitarán al Ceder Merindades, socio colaborador de la Red de Cooperación de las Rutas de Carlos V, una ayuda económica para realizar «una investigación más exhaustiva y completa que permita ratificar todo el trayecto». Ante ello, desde la Red de Cooperación, su gerente, Quintín Correas, se muestra receptivo a que la propuesta sea analizada por el comité científico de esta entidad. «Si hay otra posible ruta se lo remitiríamos al comité científico para su estudio y análisis y para que fuera cotejada con nuestra documentación», señaló ayer a DB.