Las alternativas al veto ruso

Agencias
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El mercado asiático, y en concreto China, se perfila como el principal cliente de los productos agrícolas españoles afectados desde agosto por las sanciones del Kremlin a la Unión Europea

Las alternativas al veto ruso - Foto: C Squared Studios

El conflicto abierto a raíz del apoyo del Kremlin a los separatistas prorrusos en el Este de Ucrania ha marcado un camino de dificultades y tensiones internacionales, materializado en las sanciones económicas impuestas mutuamente, tanto por Rusia como por la Unión Europea, y que están poniendo contra las cuerdas al sector agrícola comunitario.

Desde que en el mes de agosto, Rusia anunciara el cierre de su mercado durante un año a los productos agroalimentarios europeos, el comisario de Agricultura, Dacian Ciolos, trató de tranquilizar al sector asegurando que prepara con premura «un nuevo paquete de medidas» de apoyo para las frutas y verduras de temporada afectadas.

Los implicados de estos sectores tratan de buscar una alternativa para paliar el veto del presidente de Rusia, Vladimir Putin, y evitar así la ruina de sus explotaciones agroganaderas. También los Gobiernos nacionales y la Comisión Europea trabajan en planes B.

La mejor opción. Un informe publicado por la consultora H4dm, experta en temas de internalización y que está analizando en profundidad el problema, destaca que uno de los mejores mercados posibles para dar salida a los productos españoles sería China. En concreto, el país asiático tiene la suficiente capacidad y los consumidores potenciales para importar frutas de hueso, uvas de mesa, caquis, frutos rojos, como el melocotón o la ciruela, que son una parte de los alimentos más afectados por el veto ruso y que están en plena cosecha. El problema que se debe subsanar para comenzar las exportaciones es la firma de acuerdos para entrar en el gigante asiático, y que según la consultora, podría demorarse más de un año.

El comisario de Agricultura europeo, Dacian Ciolos, subrayó que, más allá de las medidas de emergencia y otros apoyos que puedan ponerse en marcha para acompañar al sector en un primer momento, será necesario «diversificar» los mercados europeos y «reorientar las producciones» hacia nuevos consumidores, tanto dentro del eurozona como en terceros países.

Por su parte, la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, también incidió en esta misma línea de «búsqueda de nuevos horizontes» donde orientar los productos afectados y hacer frente a estas situaciones y así «contar con un número suficiente de vías que compensen sus caídas».

Expertos de los Veintiocho debatieron esta semana una nueva propuesta de Bruselas, después de que el comisario Ciolos, decidiera suspender el programa inicial ante las dudas surgidas sobre la veracidad de las peticiones llegadas desde Polonia. El nuevo texto, que se aprobará el próximo martes, aceptaría dar ayudas para cerca de 95.000 toneladas de frutas y hortalizas españolas del total de 400.000 que se han calculado para todos los Estados afectados. España se convertiría así en el país «con los volúmenes más altos» incluidos en las ayudas, según fuentes europeas. Un total de 58.600 toneladas serían para cítricos como las naranjas y las mandarinas, y también habrá medidas para los sectores ya elegidos en el primer plan como la manzana, la pera, el tomate, el pimiento, el pepino, las zanahorias, las ciruelas, las uvas de mesa, los kiwis y los productos lácteos.

El nuevo texto, aún en proceso de borrador, incluye criterios «más estrictos» y asigna volúmenes elegibles específicos para cada Estado miembro y su producción, con el objetivo de evitar abusos, según el portavoz de Ciolos, Roger Waite. Desde el Ministerio de Agricultura, Tejerina ha avanzado que Bruselas no prevé ningún «techo» presupuestario para estas ayudas que tratan de paliar la crisis internacional.

 García Tejerina ha incidido también en que el veto ruso a los productos españoles «podría ser importante, dependiendo de cómo evolucione la situación» y considera que «no estaría justificado lanzar mensajes alarmistas».

 La titular de Agricultura ha insistido en que si «son necesarias» se pedirán y se tomarán más medidas, señalando que «no estamos en un escenario de decisiones cerradas y seguimos pendientes del comportamiento de los mercados.

Finalmente, y a petición española, se han incluido en el texto las medidas retiradas para otros destinos distintos a la distribución gratuita, lo que permitirá reequilibrar la situación de un sector que ya atravesaba un difícil panorama.

El calendario de aplicación de las subvenciones a los agricultores se extenderá hasta el 31 de diciembre y el Ejecutivo ha activado ya medidas de emergencia para las filiales más vulnerables por «cerca de 180 millones de euros» según el Dacian Ciolos.