Porque hay que cuidar de nuestros mayores como ellos cuidaron de nosotros. Esta es  la frase que resume la filosofía de SiempreContigo, marca creada por  el dueto burgalés compuesto por  Óscar Gil, fundador de la compañía Projects NFC, y el informático Rubén Pérez. Después de un exhaustivo análisis de mercado, vieron a principios del año pasado una laguna relacionada con la salud de los mayores enfermos y su tratamiento de forma rápida y correcta. Estudiaron la oportunidad de ocuparla con la idea de las pulseras identificativas.

Fue en enero de 2014 cuando estos jóvenes audaces optaron por lanzarse a la aventura con una marca enfocada principalmente a cuidar y dar seguridad a aquellos pacientes de mayor edad, denominada SiempreContigo. Esta etiqueta emana de la empresa Projects NFC, que ofrece un considerable abanico de productos, por el momento patentes en su mayoría, cada uno enfocado a un sector de la población con unas necesidades concretas.

En el mercado únicamente se encuentran las pulseras identificativas y los colgantes para animales, aunque tienen en mente sacar otros productos, como las tarjetas de visita y las pegatinas para cascos de bicicleta y moto.

La principal seña de identidad de esta firma nace de la seguridad que da a la persona portadora de la pulsera así como a sus seres queridos. Otra faceta a destacar de este distintivo es que todos sus productos cuentan con la tecnología NFC. La novedad de este sistema es que con un simple toque en la pantalla del móvil se obtiene toda la información necesaria.

Solo llevan en el mercado unos meses y han causado una buena sensación, de la que Óscar presume: «Hay mucha gente que para el poco tiempo que llevamos se ha quedado con la idea en la cabeza». Ambos son muy conscientes de que la ciencia implantada en sus productos es aún muy novedosa y la gente aún no está muy familiarizada. Como explica Óscar, «la tecnología NFC está empezando a conocerse, todavía no ha pegado el boom, pero tiene todos los síntomas de que se va a producir en muy poco tiempo».  Y sobre esto añade que «se va a sustituir poco a poco los bluetooth del móvil por los NFC en todos los elementos electrónicos».

La pulsera identificativa es el único artículo que recoge el informe clínico del paciente. Rubén, de 37 años, el informático de esta patente, recalca: «El informe clínico tiene que ser real y personal, porque si no, esta tecnología no poseería ningún tipo de validez». Este brazalete cuenta con el reconocimiento de fiabilidad  de los profesionales de la sanidad. Verificación de la cual Óscar, arquitecto técnico, de la misma edad que su compañero, presume: «Estamos seleccionados como idea innovadora por el Sacyl».

Óscar y Rubén se muestran muy entusiasmados con el proyecto.  «Siempre estamos en busca de lo mejor» asegura Óscar. En la actualidad, trabajan en el diseño de unas pulseras exclusivas para niños, que saldrán al mercado en los próximos meses.