Una ruta espiritual, cultural y paisajística

Belen Antón / Covarrubias
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El Camino de San Olav comienza en la plaza de la Catedral de Burgos y finaliza en la capilla que en su honor se ha levantado en Covarrubias después de transitar 60 kilómetros por Tierra de Lara

La Catedral de Burgos es el punto de partida de esta ruta diseñada por la Asociación Tierra de Lara - Foto: diariodeburgos.es

El pasado 18 de septiembre de 2011 se inauguró de manera oficial la Capilla de San Olav en Covarrubias, cumpliendo así el deseo de la princesa Cristina de Noruega, casada con el infante Felipe, un hermano de Alfonso X y cuyos restos reposan en la colegiata de la villa rachela.

La princesa llegada del frío soñaba con tener una ermita que rindiera culto al santo del país nórdico y su sueño se cumplió siglos después gracias a la fundación que lleva su nombre. El rey Olav Haraldsson fue santificado y enterrado en 1030 en Trondheim, sobre cuya tumba se construyó la catedral de Nídaros, que se convirtió durante siglos en un lugar de peregrinación, algo similar a lo que es el Camino de Santiago en España. Hasta allí, y a través de una red de diferentes caminos con cientos de kilómetros, llegaban los peregrinos en busca de salud, ayuda o consuelo. Con las reformas protestantes cayó en desuso, aunque muchas personas seguían peregrinando a él, y en el verano del año 1997 se reabrió el camino cuyo principal trazado une Oslo con la catedral de Nídaros tras un recorrido de 650 kilómetros.

Aunando ambos aspectos, capilla y camino, la Asociación para el Desarrollo de Tierra de Lara, que siempre está innovando y buscando futuro para una comarca amenazada por la despoblación pero con grandes potenciales, decidió crear el Camino de San Olav español, una ruta de 60 kilómetros que parte de la plaza de la Catedral de Burgos y que culmina en la Capilla de San Olav, en Covarrubias, después de transitar por la cultura, la historia y la naturaleza que esconde el Alfoz de Lara. Tras varios meses de trabajo, durante los cuáles se decidió el trazado más adecuado, todo él mediante caminos y senderos ya existentes, y se colocaron diferentes hitos para guiar al peregrino, el próximo 28 de abril se inaugurará de manera oficial esta ruta espiritual gracias al esfuerzo humano, técnico y económico de los miembros de Tierra de Lara.

EL RECORRIDO. El Camino Español de San Olav comienza en la plaza de la catedral de Burgos, por donde también transita el Camino de Santiago, declarados ambos Patrimonio de la Humanidad. Desde allí se dirige hacia Cardeñadijo a través de la Vía Verde Santander-Mediterráneo para luego atravesar Modúbar de la Emparedada, Modúbar de la Cuesta y Modúbar de San Cibrián, toda ella una zona de paramedas hasta que se llega a Los Ausines, un pueblo singular por contar con tres barrios y dónde comienza a verse más vegetación. Antes, entre Modúbar de San Cebrián y Los Ausines se pude disfrutar de una bonita vista que ofrece un mirador natural junto a una ermita.

Los hitos colocados, que son estacas de madera con la cruz de San Olav en color rojo y plateado, iguales que las que se utilizan en Noruega, o piedras talladas con ese mismo símbolo, marcan el camino, que prosigue hasta Revilla del Campo para luego llegar hasta Quintanalara, dónde el peregrino podrá disfrutar de una singular tradición que se mantiene en pocos municipios, la elaboración de carbón vegetal, cuyo característico olor les acompañará durante los próximos kilómetros hasta Cubillo del César por unas sendas rodeadas de encinas y desde donde existe una bonita vista de Las Mamblas y la Peña Carazo.

En Cubillo del César el caminante puede visitar el Aula Etnográfica dónde hay una exposición de diferentes aperos de labranza antes de proseguir hacia Cubillejo de Lara y disfrutar de una construcción con muchos siglos de historia, el Dolmen de Cubillejo. Quintanilla de las Viñas es el próximo destino del peregrino. A él se llega mientras se disfruta de la vista de Los Cortados de Peña Lara, donde hay varios castros que se atribuyen a la tribu de los turmódigas o pelendones. Desde allí también se divisa el Castillo de Lara, cuna de Castilla. Quintanilla de las Viñas esconde además otros dos tesoros, la iglesia visigótica del siglo VII, un importante centro telúrico y que registra 9.000 visitas al año; y el yacimiento de huellas de dinosaurios de Las Ereas 7, con más de 140 millones de años y puesto en valor recientemente con una pérgola que cubre las sesenta incitas allí halladas.

De Quintanilla el visitante llega hasta Mambrillas de Lara, dónde también se puede ver una dehesa muy variada e importantes huellas dejadas por los dinosaurios que habitaron estas tierras hace millones de años. Desde Mambrillas hasta la Capilla de San Olav se transitan los últimos 15 kilómetros del recorrido, la única parte del Camino que cuenta con un significativo repecho, ya que el resto es bastante llano. Se caracteriza esta zona por la belleza de los bosques mixtos de encinas y enebros hasta que se llega al paraje conocido como Valle de Los Lobos, donde se ha erigido la capilla en honor al santo noruego y donde se sellará algún tipo de documento a su llegada, que también será estampado en otros puntos del Camino.

Desde la Asociación para el Desarrollo de Tierra de Lara confían en que con esta iniciativa crezca el número de turistas por la comarca, tanto españoles como noruegos, ya que un porcentaje importante de ellos residen en nuestro país. Con el tiempo, y si el proyecto funciona, la idea es poder poner en marcha diferentes albergues para que los peregrinos puedan realizar noches, ya que hacen falta varias jornadas, en torno a cuatro, para poder completar los 60 kilómetros de este Camino, cargado de espiritualidad, pero marcado por la riqueza y el patrimonio que guarda el Alfoz de Lara.