Pablo Iglesias asume sus errores

Agencias
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El líder de Podemos reconoce un «problema de tono» al difundir su mensaje y asegura que lo ocurrido en Grecia le ha perjudicado

 
 
Conforme se acerca la fecha de las elecciones generales -que, según dejó entrever ayer Mariano Rajoy, podrían celebrarse el próximo 20 de diciembre-, las encuestas sobre intención de voto son cada vez más frecuentes. Y todas ellas coinciden en que Podemos, una formación que irrumpió con fuerza en el panorama político durante las europeas de mayo de 2014, está perdiendo fuelle según pasan las semanas, colocándola como tercera opción, cuando a principios de año los sondeos la situaban por delante del PSOE y solo por detrás del PP.
Consciente de que las previsiones que manejaba se están desinflando, el líder del partido morado, Pablo Iglesias, admitió ayer haber cometido errores en los últimos meses, al tiempo que reconoció que lo que ha sucedido en Grecia, donde el primer ministro, Alexis Tsipras, acabó aceptando un nuevo rescate europeo y convocando comicios anticipados, ha afectado notablemente a las expectativas del bloque izquierdista, hermano del heleno Syriza.
«Esas cosas afectan. Eso, y los errores propios», subrayó Iglesias en una entrevista radiofónica.
Entre esos fallos que asumió, el secretario general de Podemos destacó que tiene un problema con su «tono». «A mí se me nota cuando me enfado y se me nota la presión», manifestó. «Creo que tenemos que hacer las cosas mejor, cambiar de tono», agregó. «A mí se me tiene que notar más como soy, mucho más relajado», remarcó al respecto.
 
Posibles pactos. El cabeza de lista de la formación a la Moncloa también tuvo tiempo para hablar de los posibles pactos que se puedan producir después de las elecciones generales. 
Tras un continuo tanto desde Izquierda Unida para que Podemos se una a ellos en una única candidatura de izquierda, el político matizó que «quizás pueda haber acuerdo» para formar candidaturas de confluencia con «espacios abiertos de protagonismo ciudadano» en los que esté IU en territorios como Andalucía, Madrid o Aragón. Eso sí, ratificó que no habrá una coalición a nivel nacional con la formación de Alberto Garzón. «Ya lo hemos dicho: no. Tenemos una hoja de ruta muy clara y sabemos que un acuerdo en clave de frente de izquierdas a nivel estatal no ayudaría, haría que el cambio estuviera mucho más lejos», sentenció.
Por otra parte, al ser preguntado sobre el rechazo que ha manifestado con insistencia su formación durante las últimas semanas a llegar a un pacto con el PSOE tras las generales, a pesar de haberse aliado con los socialistas en ayuntamientos y comunidades después del 24-M, Iglesias volvió a insistir en que lo que ve probable es que se dé una unión entre el PP y el partido que dirige Pedro Sánchez.
«A mí me gustaría de verdad que los socialistas cambiasen, pero parece que no demuestran su voluntad de cambiar, lo veo en el Parlamento Europeo», explicó, tras afirmar que no ha sido él quien ha «resucitado» la idea de «la gran coalición» entre los de Génova y los de Ferraz, sino el expresidente del Gobierno Felipe González y la actual número dos del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, «dándose palmaditas en la espalda» con sus críticas al president, Artur Mas.
«Ahora toca la fraternidad, tender puentes en lugar de levantar muros», apostilló, criticando que el PSOE se está «equivocando» con su postura en Cataluña.