El AVE salva la inversión estatal, que cae un 27% y deja las autovías al ralentí

Á.M. / Burgos
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Burgos recibe una planificación de gasto de 292 millones frente a los 403 del ejercicio en vigor. La culminación de algunas obras y el tibio reinicio de otras provocan la reducción

La inversión prevista por el Estado en la provincia de Burgos para 2016 alcanza los 292 millones, lo que supone una reducción del 27% con respecto a la consignación que recibió para el ejercicio en curso (403 millones). Los motivos fundamentales de este retroceso son tres. La buena noticia es que hay fuertes inversiones que van tocando a su fin y que, en consecuencia, disminuye también la cuantía a invertir conforme van materializándose.

El caso más claro es el de las obras hídricas, que el año pasado sumaron 37,6 millones por la ampliación de la Depuradora de la capital (en 2016 se finaliza y baja a 12,2 millones) o por la construcción de los nuevos depósitos y redes de abastecimiento (cuyo comienzo es inminente), que pasa de tener una previsión de 15 millones a 7,3.

La noticia medio buena es que otras avanzan, aunque no se concluyen. El caso más claro es el del AVE. La línea Valladolid-Venta de Baños-Burgos-Vitoria recibirá, en su trazado por la provincia, más de 160 millones, frente a los 210 que se adjudicó para este ejercicio. La diferencia estriba en que para 2015 ese dinero se reservaba únicamente para traer el AVE a Burgos, lo que propició logros importantes en la obra y la consecuente reducción de la previsión de gasto para 2016, pero en esta ocasión esos 160 millones incluyen 95 para comenzar las obras entre Burgos y Vitoria, tal y como ratificaron ayer la diputada Sandra Moneo y el senador Jaime Mateu atendiendo a las previsiones del Ministerio de Fomento. Así que el AVE ya llega, pero deberá continuar. Al margen de la Alta Velocidad, Adif prevé invertir 687.000 euros en el directo Aranda-Burgos.

La mala noticia es que la apuesta por las autovías que la provincia lleva años esperando es pírrica. Resulta paradójico porque sí habrá un relanzamiento de la A-11, la A-12 y la A-73, pero en los tres casos con inversiones que afectan mayoritariamente a los tramos de las provincias de Soria, La Rioja y Palencia. Esos tramos son tan necesarios como cualquier otro, pero no están en Burgos y los de casa se quedan con lo justo.

En el caso de la A-11 sí hay 5,5 millones para invertir en el tramo Aranda-Langa de Duero, mientras que todos los segmentos sorianos reciben sumas millonarias. En la A-73 el trazado burgalés va con importes nimios (200.000 euros para Santa Cruz-Pedrosa, 840.000 para Pedrosa-Báscones, 283.000 para Quintanaortuño-Montorio y 200.000 para Montorio-Santa Cruz del Tozo), mientras que el de Báscones de Valdivia a Aguilar recibe 5,1 millones, pero ya en Palencia.

Y en la A-12 más de lo mismo, aunque en este caso sí se pisará con una cantidad seria la provincia. El tramo entre Santo Domingo de la Calzada (La Rioja) y Villamayor del Río (Burgos) recibe 7 millones, pero el resto se quedan con medio millón (en el caso de Villamayor-Villafranca y Villafranca-Ibeas) o 320.000 euros para el Ibeas-Burgos. Así que, resumiendo, en la A-11 se prioriza Soria, la A-73 se reactiva por Palencia y la mayoría de la A-12 seguirá durmiendo el sueño de los justos.

En el caso de ese homenaje a la contemplación que es la N-I, el tramo Fresno-Rubena recibe un millón, el Monasterio de Rodilla-Cubo de Bureba 850.000 euros y la mítica variante de Santa María Ribarredonda 310.000.

Sí son relevantes las noticias en materia de carreteras para otros viejos conocidos. Por ejemplo, la circunvalación de Burgos quedará prácticamente cerrada en 2016 en su tramo Noroeste gracias a la consigna de 12,7 millones. El canon por la mejora de la A-1 se lleva 30 millones (y además la concesionaria deberá invertir otros 2,2), las actuaciones de conservación suman casi 15 millones y la demoledora N-232 dispondrá de 1,7 millones. 1,1 irán al puente de la N-I en Miranda y la misma cantidad para mejorar el aparcamiento de vehículos pesados en Lerma (A-1).

También existen

Al margen de Fomento y sus sociedades instrumentales, el Ministerio de Medio Ambiente es el que más dinero prevé dejar en Burgos, a pesar del recorte sufrido por la partida para Castrovido, que tendrá 8,5 millones (lo que lleva su finalización a 2019, si no hay más retrasos). Sumando esa inversión a las mejoras en los cauces y riberas, ha reservado 11,5 millones a la provincia.

Es casi la misma cantidad (11,3, en este caso) que hay para la renovación de equipos de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. La cárcel verá mejoras valoradas en casi 4 millones, el almacén de CO2 de Hontomín percibe 431.000 euros y el aeropuerto 259.000. En el Telof de Pancorbo (aunque la consignación está hecha a la Autoridad Portuaria de Bilbao el dinero viene a Burgos) se invertirán 5,6 millones y la SEPI invertirá medio millón.

En el caso del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas se reflejan gastos de más de un millón para la regularización catastral, lo que constata que las ponencias de valores en las que se basa el Impuesto de Bienes Inmuebles están en fase de revisión. Por último, destaca la nimia consignación de 43.000 euros al monasterio de San Pedro de Arlanza, que sigue necesitando otros 1,7 millones que no terminan de llegar.

En términos regionales, Burgos es la tercera que más dinero recibe, superada por muy poco por León (310 millones) y Zamora (324). La provincia duplica con facilidad los 117 millones de Valladolid y multiplica por siete el dinero para Segovia (43 millones).