Romería soleada pero fría

G.A.T. / La Nave
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El reparto de bollos fue un éxito. - Foto: G.A.T.

La fiesta de San Antón se celebró por todo lo alto con la presencia de muchos mirandeses en la ermita de La Nave que llevaron a sus mascotas. Los perros ganaron por goleada, aunque se vieron varios caballos, gatos y conejos. La tradición se cumplió con las nueve vueltas al templo románico, la procesión con el santo, la misa y el reparto de bollos preñaos, vino y moscatel con los que la Cofradía de San Antón convida a los presentes. 4.000 bollos se repartieron en una jornada festiva que amaneció con mucho sol aunque con mucho frío, por lo que el paso de los romeros fue rápido, por eso de ir calentando el cuerpo.

Mucho de los presentes fueron niños, que no desaprovecharon la oportunidad de llevar a sus mascotas hasta el cercano paraje para que recibieran la bendición perros grandes y pequeños, ancianos y casi recién nacidos. Familias con tipología variada de fauna en su hogar y otros, pequeños aún para llevar un animal de verdad, se conformaban con un juguete, como Pablo, para el que su tigre de plástico era el más fiero de cuantos ayer estuvieron en La Nave.