Si el optimismo conllevara un impuesto, las burgalesas Silvia García y Elisa Zaldo se verían obligadas a exportar directamente sus ahorros hacia un paraíso fiscal, pues, de no ser así, la renta obtenida de la dedicación hacia su nuevo negocio quedaría prácticamente reducida a cenizas.
Curiosamente, fue ese alborozo con el que estas dos intrépidas emprendedoras desafían a la vida el que condujo a Silvia a contactar con su inseparable compañera de aventuras -Elisa- en el preciso instante en el que las ganas de embarcarse en un prematuro proyecto comenzaron a recorrerle el cuerpo. «Durante el curso de mi etapa universitaria, advertí en los estudiantes procedentes de otros lugares una impotencia surgida del insuficiente abanico turístico que Burgos ofrecía. Elisa había estudiado Turismo y se acababa de quedar sin trabajo, así que no lo dudé un segundo y acudí en su ayuda para iniciar algo de esas características», relata Silvia.
Sin embargo, como la vida, su proyecto ha dado muchas vueltas hasta vestirse con el uniforme oficial de la organización de eventos, y lo que en un principio comenzó siendo una iniciativa de horizonte turístico-local, acabó por coger la forma de una empresa dedicada en cuerpo y alma a transformar los momentos especiales de los burgaleses en recuerdos inolvidables. «Rápidamente empezamos a estudiar la planificación de eventos turísticos de otras ciudades similares a Burgos y, tras toparnos con un mercado hermético y cerrado, tomamos la decisión de enfocar la idea hacia la organización de eventos para todo el que resida o visite nuestra ciudad», conceden. A pesar de ello, buscan también extenderse fuera de nuestra provincia y ya han hecho posible la celebración de eventos en ciudades como Madrid -para firma de moda internacional- o Santander.
Tu Varita Mágica camina con pasos de gigante. Su servicio, adaptado a medida de los gustos del consumidor, y sus precios competitivos han hecho posible que gran cantidad de burgaleses ya se hayan puesto en sus manos.
Una habitación infantil trasladada al mundo de Toy Story, una gymkana por las calles de Burgos a modo de despedida de soltero/a o incluso un desayuno (romántico y familiar) a domicilio -su última novedad-, son algunos de los deseos que Elisa y Silvia pueden cumplir. «Buscamos que se nos conozca por nuestra forma de trabajar, no por ser una empresa de organización de eventos al uso. Los llantos de alegría y las sonrisas complacientes son lo que más nos gratifica», explica Elisa. Y es que sus principales premisas son la originalidad y el detalle, cuidado al máximo para presentar un producto personalizado. «Nos apoyamos bastante en la creatividad a la hora de la presentación e intentamos aportar un toque especial, el nuestro personal. Es importante que al cliente le guste lo que ve», declara Silvia, quien considera fundamental el «efecto sorpresa» para emocionar a la gente.
Su día a día ha cambiado por completo desde que Tu Varita Mágica acapara sus quehaceres. «Hemos empezado de cero, luchando constantemente por mejorar y al mismo tiempo, persiguiendo nuevos recursos», destacan. Tanto es así, que cada vez que viajan a otros lugares, aunque se trate de manera ociosa, destinan una fracción de su tiempo a observar diferentes culturas y metodologías de trabajo.
En cuanto al futuro, lo tienen claro: «Deseamos seguir creciendo en cantidad sin dejar de lado la calidad. Nuestro objetivo más ambicioso es llegar a cubrir un gran evento semanal», apuestan. Por el momento, abarcarán todo cuanto puedan alcanzar, sin olvidarse de que, sin sus seres queridos, su poderosa varita apenas habría empezado a actuar.