El museo de Altamira se inaugurará en abril en un local de plaza de España

R.L. / Miranda
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El Ayuntamiento cederá a la Cofradía de Altamira la lonja donde se ubicaba el servicio de recaudación para exponer los faroles restaurados y otros elementos de valor de la Virgen

El nuevo museo se localizará en los bajos de este edificio, que hasta hace unos años acogió el servicio de recaudación. - Foto: R.C.G.

Uno de los anhelos de la Cofradía de Nuestra Señora de Altamira va a hacerse realidad muy pronto. El colectivo está a punto de firmar un acuerdo para obtener la cesión  por parte del Ayuntamiento de un local municipal donde se ubicará el Museo de Altamira. Se trata de una lonja ubicada en la plaza de España, haciendo esquina con Real Aquende, el mismo lugar donde hace unos años se localizaba la oficina de recaudación del Consistorio. La mudanza del valioso material que se quiere exponer (principalmente los faroles que acompañan a la patrona en las procesiones, la réplica de la Virgen, su corona y mantones) se hará pronto, en cuanto se firme el acuerdo, ya que «la idea del Ayuntamiento y también la nuestra es que se ponga en marcha en Semana Santa», coincidiendo con la celebración de diversos actos religiosos, confirma el presidente de la Cofradía, Benito Pobes. Posteriormente, y con más tiempo, se acondicionará mejor el local, algo que a priori también correrá a cargo de fondos municipales.

El atractivo turístico que va a suponer este pequeño museo también es un factor a tener en cuenta. Los faroles, recién restaurados, tienen un valor artístico importante. De hecho, elementos similares se exponen en salas de Haro o Vitoria. En Miranda, lo que se pretende es que esta sala se convierta en foco turístico, incorporándolo a las rutas guiadas Mira y Anda que ya realiza el CIMA por el Casco Histórico, y en las que se visitan otros elementos singulares de la zona.

Por otro lado, la agrupación confirma que ha llegado a un acuerdo con las otras dos grandes cofradías de la ciudad, la de San Juan del Monte y la de San Antón, para ofrecer tanto a colegios como a asociaciones la realización de visitas a sus respectivos templos, como son la iglesia de Santa María (donde permanece la imagen de la Virgen de Altamira), la ermita de San Juan y la de La Nave.

 En la reciente asamblea anual de la Cofradía de Altamira se decidió por unanimidad que el actual presidente, Benito Pobes, continúe otros dos años más en el cargo. Uno de sus objetivos para este nuevo mandato es «conseguir que se sume más gente» a un colectivo formado por menos de 500 personas. «No hace falta ser especialmente devoto, cualquiera que sienta Miranda y sea respetuoso con el tema religioso puede ser cofrade», afirma. La cuota anual es simbólica, 6 euros. El año pasado, la Cofradía acabó el ejercicio con un superávit de 8.000 euros.