El Mirandés puede respirar por fin tranquilo después de dos meses de incertidumbre. Aunque durante todo el proceso desde el consejo de administración se ha intentado mantener la tranquilidad, los últimos acontecimientos habían generado una lógica preocupación porque los intereses rojillos pudieran verse afectados.

Ayer tras conocer la resolución, Alfredo de Miguel mostraba su satisfacción y aseguraba que, pese a la cantidad de noticias que se han sucedido esta semana, «siempre he tenido plena confianza en la Justicia».

Para el presidente del Mirandés, la medida adoptada por el juzgado era previsible, «porque en una parte de los motivos que han dictaminado el descenso del Real Murcia no eran competencia de lo Mercantil sino de lo contencioso administrativo» y defendió una vez más el derecho legítimo a jugar en Segunda que asiste a los rojillos. «El reglamento de la LFP es claro para cuando un equipo no cumple con los ratios y este ascenso es merecido porque nosotros podemos decir bien alto que no debemos un euro a nadie ya que alcanzar éxitos deportivos desequilibrando la economía del club no es nuestra forma de trabajar».

Paciencia

Concluido el ‘partido’ en los despachos, en solo dos días el Mirandés arrancará la competición. «Pido un poco de paciencia a todos porque lógicamente el equipo necesita tiempo para conjuntarse; no va a sonar como una orquesta sinfónica desde el primer día», apunta De Miguel, quien admite que todo el revuelo extradeportivo ha afectado a la planificación. «No es lo mismo fichar un jugador sin saber la categoría en la que vas a jugar que tener las cosas claras», apunta el presidente de la entidad rojillas. En este sentido, adelantó que hay «tres o cuatro operaciones cerca de cerrarse en los próximos días».