Se necesitaba una carambola complicada que no se produjo y llevó al peor de los escenarios posibles para el Villa de Aranda, el descenso a Primera Nacional. Los amarillos perdieron demasiadas oportunidades de sellar la salvación y al final se han visto arrastrados víctimas d sus propios errores a una situación que nadie esperaba a principio de campaña, cuando se elaboró una plantilla para tratar de volver a ASOBAL. Primero Álvaro Senovilla y después Carlos Colmenero no han podido reconducir un proyecto que ha dado demasiados tumbos . En la última jornada, la escuadra ribereña si cumplió con su cometido y derrotó por 31-28 a un Los Dólmenes Antequera que se jugaba ser segundo. Sin embargo, Covadonga venció a Ciudad Real y rompió la esperanza de la salvación