La crisis no cambia la tendencia y Burgos sigue exportando mano de obra

R. Travesi / Burgos
-

La diferencia entre las personas contratadas que llegan a Burgos (13.208) y las que se van a trabajar a otras provincias (16.170) es un año más negativa y aumenta con respecto a 2011 y 2010

Tres jóvenes esperan en la estación de autobuses. - Foto: Patricia González

El mercado laboral ha experimentado un frenazo brutal con la crisis económica, tanto que el año pasado la provincia formalizó 20.000 contratos temporales menos que, por ejemplo, en 2007. El ejercicio anterior cerró con 93.000 contrataciones, a las que habría que sumar otras 7.000 indefinidas. La problemática se agranda cuando la recesión es generalizada y afecta a todo el país, por lo que imposibilita encontrar un empleo en otro lugar. La movilidad laboral fue una salida para muchos en época de bonanza pero ahora es una puerta que está cerrada.

El Servicio Público de Empleo  (Sepe) recoge los datos de movilidad de los trabajadores por provincias, que corresponden al año 2012. Un estudio que permite comprobar la paralización del mercado laboral. Hay una cosa que no cambia como el saldo negativo de movilidad en Burgos porque, un año más, los burgaleses que salen a otras provincias en busca de un empleo superan a los que entraron. Es un territorio emisor de mano de obra. Un total de 13.208 personas procedentes de otros lugares acudieron a Burgos para formalizar un contrato mientras que 16.170 se vieron obligados a abandonarla. La diferencia rondó los 3.000 trabajadores, aunque es una cifra inferior a las registradas hace unos años. En 2005, fueron 3.600; en 2006, 3.400, aunque la movilidad interprovincial alcanzó su mayor saldo negativo en 2004, con 5.200 trabajadores. Pero si el punto de partida es con los últimos ejercicios, la conclusión es que la crisis aumenta este saldo negativo porque en 2011 fue de 2.300 y en 2010, de 2.400 personas.

Una media de 1.300 burgaleses salió cada mes del año pasado a otro lugar del país a firmar un contrato. Una tendencia que fue a más en la segunda parte del ejercicio. Si comparamos la movilidad laboral entre 2007 y 2012, la conclusión es que en ese periodo 5.000 personas menos se fueron a trabajar a otras provincias para labrarse un futuro mejor. Posiblemente, no tuvieron opción porque el empleo que buscaban aquí tampoco existía en otro lugar de España. Es una de las explicaciones de que en la provincia burgalesa haya 33.614 personas apuntadas a las listas del paro y que esa cifra supere los 5 millones en España.

residir o no. Los boletines trimestrales de movilidad laboral de 2012 que publica el Sepe incluyen datos generales puesto que el estudio anual, con más detalle, se conoce a mediados de año. En ninguno de los casos, el informe recoge si el empleado que trabaja fuera de la provincia va y vuelve en el día o está obligado a residir allí donde está ocupado. Tampoco se menciona el número de personas porque el Servicio Público de Empleo habla de contratos y es probable que un mismo empleado haya firmado más de una vinculación laboral.

Junto a los datos de los que entran y salen de la provincia, hay otro parámetro como que 86.273 ciudadanos permanecieron el año pasado con su empleo en la provincia. La suma de todos alcanza los 115.651 contratos, por lo que la tasa de movilidad es del 14%. Es decir, 14 de cada cien contratos implicaron salir fuera.

El sector que más contratos movió el año pasado en la provincia fue servicios. Más de 12.000 burgaleses se vincularon de forma profesional en otras provincias en actividades de servicios mientras que solo entraron 5.500, menos de la mitad. Otra muestra de que el consumo está bajo mínimos y los comercios apenas requieren de mano de obra, habitualmente poco especializada.

Más parejos están los números en la industria y la construcción, donde son poco más los que vienen que los que se van (1.273 frente a 979 en industria y 1.467 frente a 1.397 en construcción). La mayor diferencia, sin incluir servicios, se encuentra en el sector de la agricultura. El tirón del campo y la ganadería en la provincia no se resiente con la crisis económica y logra atraer a numerosos trabajadores foráneos en determinadas épocas del año.

Solo en el cuarto trimestre del año 2012, las oficinas de empleo  registraron 2.000 contratos en este sector de personas que llegó a la provincia. Una cifra que hay que relacionar con labores de campo específicas como la vendimia y la recolección de patata.