Y el santo salió al solecillo

H.J. / Burgos
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De la mano del nuevo párroco, la bendición de los animales en Las Huelgas contó con la novedad de un San Antonio 'en exteriores'

Gatos, loros, tortugas, ratones y sobre todo perros recibieron el agua bendita. - Foto: Ángel Ayala

El loro yaco ‘Bubu’ alucinaría al verse rodeado de tanta gente, aunque él ya es un veterano del evento al que lleva acudiendo varios años. Podría, de hecho, dar unas cuantas lecciones de historia a las perritas ‘Babushka’ y ‘Wendy’ o al gato ‘Fin’, pues todos  ellos se estrenaban en su primera edición de la bendición de los animales que cada día de San Antonio Abad se lleva a cabo a las puertas de la iglesia del mismo nombre, en el barrio de Las Huelgas.

Cientos de personas se dieron cita en esta celebración tradicional donde, como casi siempre ocurre en las fiestas populares, se mezcla lo religioso con lo pagano, la devoción con el folclore y las creencias en lo divino con la pasión por la morcilla y el chorizo.

Pero la edición de ayer era especial por ser la primera bajo la responsabilidad de Carlos Izquierdo como nuevo párroco desde el pasado mes de agosto. Y con él llegó otro gesto novedoso en la salida de la imagen de San Antón hasta el exterior del templo.

Bailando delante del santo, que por primera vez salió de su templo.Bailando delante del santo, que por primera vez salió de su templo. - Foto: Ángel Ayala Aprovechando la mañana espléndidamente soleada, el santo ‘bailó’ hasta la calle al son del grupo de danzas Los Zagales, del Padre Aramburu, para sorpresa y deleite de los fieles. Izquierdo explicaba que se trataba de un gesto nuevo sin perder la tradición, al tiempo que agradecía la implicación de todos los que con tanta ilusión organizan la fiesta en el barrio, encabezados por la Cofradía de San Antonio Abad y la Peña Fajas de Huelgas.

Antes de la degustación de las viandas, y del sorteo de dos hermosos cerdos que seguirán alimentando el colesterol de los afortunados con el número 8486, la bendición propiamente dicha regó a un buen número de mascotas que aupadas por sus propietarios recibían con gestos de sorpresa y susto la lluvia del hisopo.

Antiguamente el evento servía para que los labradores bendijeran a sus bueyes y burros, pero ahora la inmensa mayoría de los que reciben el gesto divino son perros, trufados de algún gato, el mencionado loro y hasta tortugas y ratones.

«Esto es un desfile de modelos», espetó una de las espectadoras ante la demostración de estética que algunos propietarios demuestran con sus cachorrillos. «¡Que vas a salir en el Diario!», le advertía otra a su querida y paciente mascota mientras trataba de que posara para la cámara. Y así, sin más sobresaltos, más cerca que nunca de San Antonio los animales quedaron bendecidos y sus dueños contentos.

En Renuncio

También en la localidad de Renuncio, tras la misa celebrada por el párroco Félix Castro y la tradicional bendición de panes y piensos para las personas y animales se procedió a la rifa de «un magnífico cerdo», que se llevó el número 161.